Un aolescente de 17 años fue degollado con una lanza de hierro, mientras que su padre, de 56, sufrió heridas en el rostro, como saldo de una discusión que se generó en una fiesta clandestina. El sangriento suceso se registró el domingo en La Capilla, y los efectivos policiales detuvieron al homicida.
Los voceros del departamento judicial de Quilmes revelaron que la víctima fatal fue identificada como Marcos Ezequiel Palavecino, de 17 años, mientras que el herido resultó ser su progenitor, llamado Juan Domingo Palavecino, de 56. De acuerdo a lo señalado por los informantes, el hecho se produjo durante una fiesta clandestina, en Boston al 3000, casi en la esquina con Santa Inés, a tres cuadras de la avenida Eva Perón, en el denominado barrio Los Pinares.
Trascendió que el cadáver del adolescente fue localizado en el comedor de la vivienda en la que residía el chico, donde los peritos de la Policía Científica comprobaron que el menor presentaba una herida cortante en el cuello. En tanto, su padre tenía lesiones en el rostro. Gracias a los diversos datos obtenidos en el vecindario, los servidores públicos destinados en la comisaría de La Capilla (5ª de Florencio Varela) apresaron a un individuo, de nombre Gonzalo Ezequiel, de 18 años, a quien se le incautó un hierro tipo lanza que, se asegura, fue utilizado para la consumación del crimen.
Por los testimonios aportados, se estableció que el chico y su progenitor habían sido agredidos en una reunión clandestina, celebrada en el mencionado vecindario. El autor del homicidio vive a 300 metros del escenario del asesinato. Autoridades de la Estación de Policía de Florencio Varela y de la Superintendencia de Seguridad del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) de la Zona Sur Uno se encargaron de supervisar los diferentes procedimientos.
Intervino en la causa, que fue caratulada “homicidio en riña y lesiones”, el doctor Hernán Daniel Bustos Rivas, fiscal en turno de la Unidad Funcional N° 5 de Florencio Varela, dependiente de los tribunales quilmeños.