El crimen de Natalia Melmann, la joven de 14 años que fue brutalmente violada, torturada y asesinada en 2001, todavía no tiene un final. Según comunicó su familia a través de las redes sociales, el titular del Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de Mar del Plata, Ricardo Perdichizzi, le negó el beneficio de la libertad condicional a Oscar Echenique y Ricardo Anselmini, dos de los cuatro policías que fueron condenados a prisión perpetua por delitos de desaparición forzada, torturas, violaciones y asesinato. Sin embargo, la resolución fue apelada por la defensa, por lo que será la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata la que resuelva la decisión.
“Con agrado informamos que el Juez Ricardo Perdichizzi negó el acceso al beneficio de la libertad condicional a dos de los femicidas de Nati”, expresaron los padres de la víctima, con relación al pedido que habían realizado los condenados desde la prisión de Batán. “Por amor seguiremos luchando. Busquen al quinto femicida. 24 años de lucha, amor y dolor”, cerró en su comunicado la familia Melmann.
Ambos policías habían resultado beneficiados con salidas transitorias en 2024: Echenique tiene permitido circular en la calle los primeros domingos de cada mes entre las 8 y las 20, mientras que Anselmini gozó de la misma medida judicial y podía salir los domingos cada dos semanas hasta que en octubre del año pasado la Justicia revocó ese fallo.

La familia Melmann asegura que queda un policía más en la mira. El involucrado es un hombre de 60 años que reside en la ciudad bonaerense de Trenque Lauquen.
“En 2002, el Tribunal Oral ordenó la investigación de ese ADN, pero nunca se analizó. Hace tres años nuestros asesores Federico Paruolo y Yamil Castro realizaron el pedido a la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires, el cual fue otorgado”, explicó Gustavo Melmann, el padre de la víctima, en febrero de este año, pocos días después de que se cumpliera un nuevo aniversario del asesinato de su hija.
“El ADN es una muestra que recogieron del cuerpo de Natalia”, agregó Melmann, quien cuestionó la demora de la Justicia: “Nunca quisieron investigar”.
En junio, los acusados habían apelado para que no se lleven a los estudios de ADN con el rastro genético encontrado en el cuerpo de la adolescente. Sin embargo, la Justicia revocó esa medida, por lo que se tenía que llevar a cabo. Pero la fecha nunca fue definida, según denunció recientemente la mamá de Natalia, Laura Calampuca.
El caso Natalia Melmann
El 4 de febrero se cumplieron 24 años del femicidio de Natalia Melman, quien tenía 14 años cuando fue desaparecida, torturada, violada y asesinada en 2001.
La joven desapareció durante la madrugada de esa fecha cuando volvía de un boliche a su casa, en la ciudad balnearia de Miramar. No hubo noticias suyas durante los cuatro días que duró su desaparición. Sus familiares y amigos la buscaron a la par de las fuerzas de seguridad, sin imaginarse ni saber que la policía había participado del monstruoso hecho.
Su cuerpo apareció cuatro días más tarde, el 8 de febrero, enterrado debajo de un montículo de hojas secas en el vivero “Florentino Ameghino”. Se presume que el cadáver fue dejado allí el mismo día el crimen y luego fue encontrado por un chico que paseaba por la zona.
La autopsia reveló que la víctima fue asfixiada con el cordón de sus zapatillas, aunque a simple vista el cuerpo presentaba moretones, quemaduras, fracturas y un golpe en el cráneo. A su vez, la necropsia indicó rastros genéticos de cinco personas diferentes, lo que confirmó que había sido violada por distintos hombres.
Ricardo Anselmini, Ricardo Suárez y Oscar Echenique fueron condenados en septiembre de 2002 a prisión perpetua por los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa”. En tanto, el exconvicto Gustavo “Gallo” Fernández fue sentenciado a 25 años por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida a 10 años.
Por su parte, Ricardo Panadero había sido absuelto en dos oportunidades “por falta de pruebas”. Sin embargo, el Tribunal de Casación Penal provincial decidió en 2019 anular el fallo y anunció que el cuarto policía de la Bonaerense debía ser juzgado por su participación en el crimen.
Finalmente, el 13 de noviembre de 2019 la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló ese sobreseimiento y ordenó que se lleve a cabo un nuevo proceso, el cual se realizó en 2023, donde el cuarto policía fue declarado culpable por los delitos de “privación ilegal de la libertad agravado, abuso sexual agravado y homicidio doblemente agravado, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido para asegurarse la impunidad”, y recibió prisión perpetua.