Una mujer de 93 años fue torturada, amenazada de muerte y golpeada por al menos tres delincuentes en su casa de Bernal. Se encuentra en estado “delicado” y asistida con oxigeno. El hecho ocurrió en la zona de Cerrito y Dardo Rocha, cuando los asaltantes ingresaron al domicilio a través de un ventiluz. La mujer, que en ese momento dormía, fue golpeada y amenazada de muerte por los delincuentes para que les diera acceso a una fábrica que la mujer y su familia tienen al lado de la vivienda desde hace 55 años.
Desde la parte trasera de la casa se puede acceder a la fábrica familiar, una Pyme en la que elaboran el tejido para las bolsas de cebolla. “Hicimos todo a pulmón, empezaron mis papás y después me sumé yo”, relató el Alejandro, el hijo de la mujer, a Canal Trece .“Esto no se ve ni en las películas de terror”, agregó el hombre, quien indicó que los delincuentes se llevaron “unos pocos pesos y unas chucherías de oro”.
Las cámaras de seguridad de la fábrica lograron captar la secuencia del robo. En las imágenes se observa a tres sujetos que, al no encontrar objetos de valor, se enfurecieron con la anciana: “La torturaron sentada en la casa. La ataron con cables, después la llevaron a la cama y la amenazaron con prenderla fuego. Se orinó encima y le siguieron pegando. Fue una odisea del terror”, lamentó el hijo.
“Habían revuelto todo y no encontraron nada. Ahí la llevaron para el lado de la fábrica”, sostuvo. Según indicó, buscaban una supuesta caja fuerte, con dólares. “La caja fuerte que tenemos es de la fábrica y no tiene plata, sino herramientas, una cámara vieja de mi papá, que era coleccionista. No se llevaron nada porque no había nada”, remarcó Alejandro.
“Después, cuando volvieron a la casa la amenazaron hasta con matar al perro y a los dos loros que tiene hace 30 años. Al final, cuando ella les dijo que hicieran lo que quisieran porque no tenía más nada, le dijeron que iban a amputarle tres dedos”, contó el hombre.
De momento Sara permanece internada y su estado de salud es delicado. “Está con una bigotera de oxígeno, ayer pasó una noche muy mala. Yo no quiero saber más nada, quiero cerrar la fábrica. Esto no vale la vida de mi mamá. Estoy destrozado. Mi vieja es mi compañera, ella hacía todo, pagaba los sueldos, es muy generosa”, sostuvo Alejandro , angustiado. “Tengo ira, rabia, dolor. Quiero que los metan presos, ellos no tienen madres, son hijos de lacras”, dijo.
Interviene la UFI 4 a cargo de la fiscal Karina Gallo del Departamento Judicial Quilmes.