El juez federal Luis Armella se inhibió ayer de intervenir en la causa en la que se investigan supuestas maniobras de espionaje político ilegal desplegadas desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Mauricio Macri, tras señalar que lo une una “relación de trato habitual” con el primer juez de la causa, que fue apartado por temor de parcialidad.
“Luego de analizados los antecedentes que conforman las actuaciones, adelanto que habré de apartarme del conocimiento y avocamiento al suceso denunciado, con la única finalidad de asegurar la recta administración del servicio de justicia”, sostuvo Armella en su primer día como subrogante del juzgado federal 2 de Lomas de Zamora, que hasta el viernes condujo Juan Pablo Auge.
Armella fundó su inhibitoria en que mantiene un “trato habitual” con el juez Federico Villena, primero en intervenir en la causa, quien fue apartado por “temor de parcialidad” luego de que algunos de los imputados recordaran que fue el magistrado que ordenó la intervención de uno de los teléfonos públicos del Penal de Ezeiza, hecho que podría ser parte de las maniobras de espionaje ilegal.
“Debe relatarse que existe una relación de trato habitual con el magistrado que fuera apartado en los presentes actuados, por la Excma. Cámara Federal de Apelaciones de la Plata,-y teniendo especial consideración en los motivos de dicho apartamiento-; relación esta derivada de la subrogación del suscripto como magistrado en el Juzgado Federal de Lomas de Zamora, siendo por otro lado ambas jurisdicciones -Lomas de Zamora y Quilmes extremadamente reducidas en lo que atañe a sus magistrados, funcionarios y empleados”, sostuvo Armella. Tras emitir su resolución, elevó su resolución a la Cámara Federal de La Plata para que designe a un magistrado que intervenga en la causa que investiga supuesto espionaje político ilegal durante el macrismo contra diversos sectores, entre ellos el Instituto Patria.