Ezequiel Astrada estuvo sentado en el banquillo de los acusados en la sala principal de la planta baja de la sede de Penales de los Tribunales Penales del Departamento Judicial Quilmes. Escuchó con atención el pedido de 7 años de prisión solicitado por el fiscal Claudio Pelayo en su alegato como el de absolución elevado por su defensor oficial, doctor Matías Iturburu. La jueza Andrea Calaza del Tribunal Oral N° 4 llevó adelante el juicio oral con la presencia de dos familiares de una de las partes.
Para el fiscal quedó acreditado que el encartado fue quien el 24 de marzo de 2019 en inmediaciones de 132 y 154 en Berazategui desapoderó ilegítimamente a la víctima tras aplicarle un corte en el cuello con un arma blanca de un televisor 24 pulgadas. Luego el sujeto fue perseguido por un testigo y se metió en una finca de la zona contra la voluntad de sus residentes donde finalmente fue reducido y entregado a la policía. El fiscal se valió en su pedido de los dichos de los testigos que pasaron por la sala de debate como de la propia víctima y no dudó en solicitar una condena a 7 años de prisión por los delitos de “robo agravado por su comisión cometido mediante arma impropia en concurso real con violación de domicilio”.
La víctima que llegó en silla de ruedas a declarar a la sede judicial del centro quilmeño contó como le sustrajeron el aparato de televisión. A su turno en los alegatos el defensor Iturburu fundó su postura en la escasez de elementos en contra de su asistido y no dudó en pedir la libre absolución para Astrada. El juicio fue seguido por dos familiares del encausado y en las próximas horas se conocerá el pronunciamiento de la jueza Andrea Vanina Calaza.