En medio del aumento de casos de coronavirus en territorio bonaerense, el gobernador Axel Kicillof debe atender una serie de frentes que se abren en simultáneo. No sólo porque la ocupación de camas está llegando a su límite, sino por la presión in crescendo de los gremios para suspender las clases presenciales, a la vez que la crisis económica parece profundizarse cada vez más.
En este contexto, desde el Ejecutivo confiaron que el mandatario no tiene en agenda ocupar las dos vacantes existentes en la Suprema Corte de Justicia, en el corto ni mediano plazo. La jubilación de Eduardo De Lázzari se hizo efectiva desde el 1 de marzo y fue la segunda vacante que se abrió en pocos meses, luego del fallecimiento del juez Héctor Negri en enero del año pasado.
El Artículo 177 de la Constitución provincial establece que los jueces de la Corte se nombran a propuesta del Gobernador con respaldo de una mayoría absoluta del Senado. Para conseguir ese respaldo, Kicillof se vería obligado a negociar los nombres con Juntos por el Cambio, que tiene la mayoría en la cámara Alta provincial, al menos hasta las elecciones.
Por eso, el cuerpo funcionará durante un tiempo con cinco miembros: su actual presidente, Daniel Soria, Luis Esteban Genoud, Eduardo Julio Pettigiani, Hilda Kogan y Sergio Torres. En términos institucionales, dicen en el tribunal, no habría dificultades: las decisiones se pueden ratificar con una mayoría de tres votos. Salvo que alguno no vote, no puede siquiera haber empate.
A excepción de Torres, que fue nombrado durante el gobierno de María Eugenia Vidal dos años después de la jubilación de Juan Carlos Hitters, el resto de los jueces que integran la Corte llegaron durante el duhaldismo, cuando regía un acuerdo entre el peronismo y el radicalismo para repartirse los resortes institucionales más importantes de la provincia, en el marco de un bipartidismo que era la marca política más importante del momento.
Al igual que De Lázzari, que fue secretario de Seguridad –el equivalente al cargo actual de ministro- de Eduardo Duhalde, Genoud y Pettigiani tiene perfil peronista y ocuparon cargos ejecutivos en gobiernos de ese origen, en áreas vinculadas a la Seguridad. Kogan, única mujer que integra el cuerpo, tiene un lejano pasado radical.
Fuente: La Tecla