En los últimos 12 meses se registraron al menos 6.000 estafas y robos a través de cajerosautomáticos de instituciones bancarias del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), reveló un estudio que explicó que ese tipo de delito recrudeció durante la pandemia porque la gente se vio obligada a utilizar intensivamente esos servicios por las restricciones a la presencialidad que rigen en los bancos.
Según la Encuesta Mensual de Inseguridad que realiza la ONG Defendamos Buenos Aires, en el último año hubo al menos 6.000 estafas y robos a través de cajeros automáticos de bancos públicos y privados en el denominado distrito AMBA, en un universo que abarca 15 millones de personas.
“Desde abril de 2020, la actividad humana dentro de los bancos se ha reducido prácticamente a cero. Para dar una idea, si uno quiere hacer un retiro de efectivo de 50.000 pesos por caja o una transferencia por ventanilla lo primero que debe hacer es solicitar turno a través de la web del banco”, explicó Javier Miglino, titular de la ONG.
Según el abogado, “luego de esperar el turno y el día designado el cliente debe llegar con el turno impreso, que el personal de seguridad cotejará con su listado y recién en ese momento podrá ingresar a la entidad bancaria”.
Miglino explicó que de ese modo la sucursal bancaria atiende sólo a un promedio de diez personas cada día, “lo que obliga a millones de argentinos a realizar extracciones y transferencias únicamente a través de los cajeros automáticos y este último extremo ha puesto sobre aviso a bandas de estafadores y ladrones”.
“Ya no alcanza con pedirle a la gente que tape el teclado al marcar el PIN de su cuenta o invitarlo a rechazar cualquier tipo de ayuda de parte extraños, o concurrir en momentos diurnos: las entidades bancarias nos han advertido que las bandas criminales vienen por todo y por eso nunca hay que bajar la guardia al operar en los cajeros” destacó el especialista.
Según el informe de Defendamos Buenos Aires, si bien algunas técnicas se remontan a décadas atrás, los estafadores y ladrones aprovechan nuevas tecnologías para intentar burlar las medidas de seguridad que van aplicando las entidades.
Entre los dispositivos de nueva generación, Miglino enumeró: las cámaras camufladas, los aparatos incrustados que copian los datos de la tarjeta, teclados falsos incrustados en el cajero automático y un largo etcétera.
Una de las modalidades que más preocupa es el °skimming°, una técnica con la que los delincuentes consiguen los datos de la banda magnética de la tarjeta. Para ello, se utilizan °copiadoras° o elementos falsos llamados skimmers en la parte externa del cajero o en la ranura por la que se introduce la tarjeta para abrir la puerta que conduce a los cajeros.
“En otros casos, los ladrones instalan una cámara en el lateral del cajero automático de modo de poder grabar el número de PIN; por eso todavía es muy seguro tapar con la mano cuando se tipean los números”, dijo Miglino.
Entre los dispositivos externos para robar el informe de Defendamos Buenos Aires explicó que “los ladrones están usando cámaras y falsos teclados que se incrustan encima del teclado verdadero del cajero para conseguir los datos del cliente. Por eso es imprescindible que ante cualquier anormalidad en el cajero, se de aviso de inmediato al 911”, dijo Miglino.
Otra de las modalidades de las que alertan las entidades bancarias es el denominado “lazo colombiano”, llamado así porque las usaban bandas que robaban de ese modo en Cali, Bogotá y Medellín.
La maniobra delictiva implica manipular el cajero para que la tarjeta se atasque y que la víctima no la pueda retirar. Al retirarse el cliente, aparece el ladrón que manipula el cajero y recupera la tarjeta que ya tenía tipeado el número de PIN. “A partir de ahí solo le quedará robar la mayor cantidad de dinero posible”, advirtió Miglino. También durante 2020 y 2021 se han detectado casos en los que se adhiere una barra con pegamento a la ranura por la que salen los billetes para que el dinero se atasque. Luego de que el cliente se haya ido creyendo que el dinero no será descontado de su cuenta, llegan los ladrones que destraban el dispositivo y sustraen los billetes.