En una experiencia solidaria, personas privadas de la libertad de una cárcel bonaerense elaboraron y donaron 300 tapabocas para el Hospital Cestino de Ensenada.
La entrega de la producción realizada en la Unidad 9, de 10 y 76 de La Plata, se concretó este miércoles en la sede del nosocomio con la presencia de autoridades penitenciarias.
Se trató de un emprendimiento enmarcado en el programa “Más trabajo, menos reincidencia”, que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.
Según se explicó, con el sobrante de tela de los 1800 kits sanitarios que los internos confeccionaron y entregaron a otras instituciones anteriormente, se realizaron los 300 tapabocas para el nosocomio.
La iniciativa contó con la coordinación de la Subdirección General de Trabajo del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y las autoridades de la Unidad 9, y fue supervisada por el jefe de Talleres, Luis Salcedo, y el subjefe, Alejandro Rotella.
Los internos cortaron y cosieron los elementos de bioseguridad destinados a la protección de los trabajadores de la salud. Nicolás, uno de los protagonistas de la experiencia solidaria, valoró positivamente la iniciativa, a la vez que destacó la posibilidad de adquirir un oficio. “Nosotros hacemos donaciones para muchos lugares, y el tiempo que para algunos es perdido, lo utilizamos para algo bueno, para ayudar a los demás”, expresó el joven.
Acompañado por el jefe de Departamento Regional de Cultura Laboral Complejo La Plata, Daniel Mariano, el director de la Unidad 9, Ernesto Agüero, se refirió a la experiencia y manifestó: “Es para nosotros una gran emoción poder contribuir con el personal sanitario que está trabajando intensamente para batallar contra esta pandemia. Ojalá podamos repetir estas acciones que no solo benefician a la comunidad, sino también a los internos que se encuentran preparándose para el futuro, capacitándose en un oficio”.
Cabe mencionar que el contacto con el Hospital Horacio Cestino se hizo a través del agente penitenciario Javier García. El presidente de la Cooperadora del establecimiento sanitario, Roberto Vietri, se mostró muy agradecido por la donación.
Las autoridades de la cárcel platense adelantaron que en los próximos días se entregarán 400 tapabocas a la asociación platense La Máquina de los Sueños, destinada a la ayuda solidaria cultural, pedagógica y material para la infancia.
En tanto, esta semana, internos de la Unidad 9 La Plata reacondicionaron y donaron, mediante la participación de la Asociación Civil María de las Cárceles, 35 equipos de computación y 5 impresoras láser a escuelas carenciadas del Arzobispado de Buenos Aires y a un hogar convivencial.
Además, para celebrar una nueva entrega, se inauguró una biblioteca virtual intramuros destinada a internos jóvenes adultos.
El lunes por la mañana se entregaron los dispositivos informáticos completos a la Casa de los Chicos Ceferino de Lanús; al Instituto Parroquial Virgen Inmaculada y al Instituto Nuestra Señora de Fátima de Villa Soldati; al Instituto Parroquial Santa Clara de Flores y al Instituto San Judas Tadeo de Parque Chacabuco.
El contacto con los destinatarios de las computadoras e impresoras se hizo por intermedio de la Vicaría de Educación del Arzobispado de Buenos Aires. Su director pedagógico, Joaquín Viqueira, se refirió a la iniciativa y comentó: “En este tiempo de pandemia, todo lo que es recurso tecnológico es sumamente necesario (…) Esta donación va a redundar en un beneficio inmediato y directo con alumnos en una situación de vulnerabilidad muy importante”.
En esta oportunidad, la presidenta de María de las Cárceles, Adriana Von Kaull, resaltó un cambio en la dinámica habitual y explicó: “Siempre tratamos de colaborar con escuelas del interior del país que atraviesan diferentes necesidades, pero la pandemia complicó la logística. Entonces, esta vez, decidimos ayudar a otras más cercanas, que también lo precisan”. Además, con el objetivo de fomentar la lectura y escritura entre los jóvenes adultos que se encuentran cumplimentando sus penas, en el acto de entrega, se inauguró una biblioteca virtual, dentro del espacio intramuros donde se dictan los cursos de operador y reparador de PC.