“Este martes (por hoy) se cumple un año de que desapareció mi hijo, y mi esperanza es que un día de estos, levante el teléfono y sea él, que me dice que viene a buscarme… Esa es la esperanza que tengo”, expresó Ángel, papá del abogado Salvador Altamura desaparecido en Quilmes centro el 13 de julio de 2020.
Angel Altamura, ratificó su confianza total en la Justicia de la ciudad. “La fiscal, como decimos los industriales, es de ‘fierro’: trabaja, se compromete, se mueve”, pero la familia Altamura intuye que hasta que alguno de los implicados en la causa “se quiebre y hable, va a ser difícil encontrar” al desaparecido. Y en su fuero íntimo, Ángel sospecha que el principal acusado, Darío Rubén Dening (53), quien fuera allegado a la familia desde chico, “cree que va a estar libre en dos o tres meses y va a irse a vivir a un country” porque “los abogados que tiene se lo hacen creer, y porque él tiene una personalidad narcicista”.
Pero “apenas caiga en la cuenta que la acusación que pesa sobre él es muy grave y que se puede comer 25 años preso mientras que los otros están afuera disfrutando el dinero, entonces le va a hacer un clic, y va a empezar a hablar”. Dening enfrenta una acusación de “robo” y “Homicidio Criminis Causa”, figura legal esta última que prevé la pena de prisión perpetua, a pesar de que el cuerpo del abogado nunca fue hallado. “Si la fiscal le impuso estas calificaciones penales, es porque debe tener pruebas suficientes”, se esperanzó Ángel Altamura.
Acompañado por su esposa Norma Wambold, Ángel señaló que la fiscal Ximena Santoro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Quilmes, elevará el caso a juicio próximamente, lo que “no significa que continúe la investigación”. Suponen que ninguno de los acusados “pensó que iba a investigarse el caso así; creyeron que desaparecería Salvador y no pasaría nada. Pero no es así, hay toda una familia moviendo cielo y tierra para que aparezca, para que se encuentren pruebas, se lleve a juicio a los culpables y se haga justicia. Todos los días alguien nos llama para preguntarnos si hay novedades, todo el mundo está queriendo saber dónde está Salvador”, añadió.
La familia insiste en que en la desaparición tuvo necesariamente tuvo que intervenir más de una persona. “Mi hijo medía 1.95 metros de altura y pesaba 105 kilos, y tenía muy buen estado atlético porque se ejercitaba todos los días. Yo calculo que tuvieron que intervenir por lo menos tres o cuatro personas”. “Le contamos a la fiscal todas nuestras sospechas, y ella nos escuchó, e investigó”, agregó. Salvador tiene una hija de 13 años, quien, según su abuela, “está mal porque le falta su padre”. “Era adoración con su papá, salían juntos, viajaban. Salvador estaba muy pendiente de su hija. Estaba en todos los detalles”, indicó.
Hoy hace un año; el 13 de julio de 2020 por la tarde, en plena pandemia, Salvador Altamura (48), salió a caminar con su amigo Darío Rubén Dening (53) para mantenerse activo ya que participaba de campeonatos motociclísticos y los gimnasios estaban cerrados. A partir de ahí, el celular de Altamura se apagó. Posteriormente una cámara de seguridad captó a las 18.06 a un hombre montado en la moto Honda CRF 250 roja y blanca del abogado Altamura pasando por el frente de su edificio de la calle 25 de mayo al 200, de Quilmes.
En un principio se creyó que era Altamura la persona que se ve llegar circulando, aminorar la marcha y luego acelerar y seguir de largo, y posteriormente los investigadores sospecharon que pudo haber sido Dario Dening. El indicado, luego de realizada la denuncia por la familia del abogado, en las primeras horas de búsqueda estuvo presente y luego perdió contacto con los familiares de la víctima, actitud que tuvieron en cuenta para sospechar de él.
El martes 14 de julio del 2020, alrededor de las 4.30 de la madrugada, las cámaras del edificio de Altamura captaron otra vez la imagen de la llegada de la moto Honda del abogado pero montada por otro hombre de distinta contextura física, ya que el que llegó en su moto era más bajo y robusto, aunque usaba el mismo casco. En esas horas, en el departamento del desaparecido se perpetró el robo de una suma importante de dinero.
Continuaron las investigaciones de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes, y para ese entonces Dening se encontraba prófugo con pedido de captura y fue aprehendido en agosto, tras intentar entrar a las 4.45 de la madrugada en bicicleta a la provincia de Entre Ríos, por el puesto caminero Brazo Largo, con 386 mil pesos y 31.500 dólares con los que habría intentado sobornar a los policías.
A la causa principal, se le sumó al acusado en la provincia litoraleña la de “cohecho” tras ser detenido y puesto a disposición del fiscal Gastón Oscar Popelka, de Villa Paranacito. Para diciembre, luego de distintas investigaciones y allanamientos en el Gran Buenos Aires ordenados por el fiscal Ariel Rivas, se sumaron dos sospechosos, que en la actualidad se encuentran en libertad pero imputados en la causa. Al finalizar el 2020 la causa pasó a manos de Ximena Santoro, quien profundizó las investigaciones y ordenó en el último tiempo una serie allanamientos e importantes rastrillajes para aportar pruebas a la investigación.
El 16 de junio de este año, la fiscal Santoro decidió ampliar la acusación de Dening, quien está detenido desde agosto del año pasado, de “robo calificado” y privación ilegal de la libertad”, a “robo calificado” y “homicidio criminis causa”. Esta carátula implica que se lo acusa de haber matado a la víctima para ocultar o lograr la impunidad de otro delito, en este caso el robo a Altamura. Esperan ahora que se eleve a juicio el caso, lo que sería inminente.