La fiscal Ximena Santoro elevó a juicio el caso de Salvador Altamura, el abogado quilmeño desaparecido desde julio de 2020. En el proceso está imputado Darío Dening, acusado del robo al departamento del letrado y de “homicidio criminis causa”; lo que prevé una pena de prisión perpetua, al mismo tiempo la fiscal pidió el sobreseimiento de una joven y un allegado a Altamura que habían estado detenidos tiempo atrás y que el Ministerio ofrezca recompensa para que se avance en la investigación. Dening fue la última persona que estuvo con Altamura previo a su desaparición.
Para la titular de la UFIJ N° 7, doctora Santoro, está acreditado que Dening ingresó al departamento de la calle 25 de Mayo en Quilmes Centro a robar y lo acusa del homicidio del empresario; vale remarcar que hace más de un año que se está buscando por medio de rastrillajes los restos del profesional; hasta el momento de manera infructuosa. Por los hechos además la encargada de la acusación solicitó que se ofrezca recompensa para quienes aporten datos al caso y el sobreseimiento definitivo de Fernando Francisco Nanfaro, de 39 años, y Camila Rocío Bramajo, de 18, la mujer allegada a Dening y el primero al desaparecido Altamura.
En otro orden en diciembre del año pasado quedó procesado por “falso testimonio” un detenido que había compartido celda con Dening y había aportado datos inexactos a la causa. Ahora la fiscal ordenó que se investigue a un familiar de Altamura y un allegado por haber participado como instigadores a que el privado de la libertad hubiera sido alentado a incurrir en ese delito a los fines de complicar la situación judicial de Dening. En la misma línea que lo pedido por los familiares días atrás al cumplirse un año de la desaparición “esperamos que se formalice el ofrecimiento de recompensa para quien aporte información útil”; así lo requirió la fiscal a la Procuración bonaerense.
El caso
Salvador Altamura , de 48 años, era abogado, pero no ejercía la profesión, corría en forma amateur carreras de motociclismo, había vendido una empresa de polietileno y polipropileno, y continuaba con la importación de las materias primas para ese rubro industrial. Lo último que se sabe del hombre es que el 13 de julio se iba a juntar a caminar con su amigo Dening.
Ese día una cámara de seguridad captó a las 18.06 a un hombre montado en la moto Honda CRF 250 roja y blanca del abogado Altamura que pasa por el frente de su edificio de la calle 25 de mayo al 200, de Quilmes. Si bien en un principio se creyó que era Altamura la persona que aminora la marcha frente a su vivienda y luego acelera para seguir de largo, los investigadores sospechan que pudo haber sido Dening por su contextura física y su posición de manejo.
Alrededor de las 4.30 del martes 14, las cámaras del edificio de Altamura captaron otra vez la imagen de la llegada de la moto Honda del abogado, pero montada por otro hombre de distinta contextura física, ya que el desaparecido mide 1,90 metros y el que llegó en su moto era más bajo y más robusto -con similares características físicas a Dening-, aunque usaba el mismo casco. Según denuncia la familia del abogado, esa persona permaneció cerca de una hora y media en el edificio y luego se retiró.
El 26 de agosto, Dening quiso cruzar en bicicleta a Entre Ríos y cuando fue identificado, los policías de esa provincia detectaron a través del Sistema Federal de Comunicaciones Policiales, que tenía un pedido de captura por “robo agravado en concurso ideal con privación ilegitima de la libertad coactiva”. En el momento de su detención, el sospechoso tenía 386.642 pesos y miles de dólares.
Las próximas horas serán claves en el marco del proceso a los fines de determinar como sigue la causa en torno a una familia que desde hace más de un año reclama justicia.