El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires informó que el estudio de combinación entre las vacunas Sputnik V con Sinopharm y Astrazeneca no reportó ningún evento adverso grave.
Según el informe, los primeros resultados arrojaron que el 41,6% de los voluntarios no tuvo ninguna sintomatología relacionada a la vacunación, el 8,4% refirió una febrícula y dolor de espalda y el 50% dolor en la zona de aplicación.
Vale recordar, que la provincia de Buenos Aires fue una de las jurisdicciones elegidas para realizar las pruebas sobre la respuesta en el uso de vacunas de distintos laboratorios en una misma persona.
De la población estudiada, el 28,1% fueron mujeres y el 71,8%, varones con una media de edad de 49 años procedentes de los partidos bonaerenses de La Plata, Quilmes, Berazategui, Escobar, Florencio Varela, Lanús, San Fernando, San Isidro, San Miguel y Vicente López.
El Ministerio aseguró que la investigación busca “multiplicar las posibilidades de inmunización” y aseguró que con esta clase de investigaciones se podrá contar con información rigurosa y específica en base a las vacunas que se aplican en el país”.
Los voluntarios se dividen en grupos aleatoriamente para combinaciones que pueden ser heterólogas (de distintos laboratorios) u homólogas (del mismo laboratorio) para formar parte de lo que se conoce como “grupo control”.
El objetivo es contar con información fehaciente y criteriosa sobre los inoculantes que se utilizan en el país para la inmunización contra el coronavirus para poder ampliar las aplicaciones en un contexto donde cada vez aparecen mayores variantes de covid-19.
A la par de esta investigación, en diversos países comenzaron a desarrollarse estudios sobre la combinación de vacunas, por ejemplo, en la mezcla de los fármacos AstraZeneca y la primera dosis de Sputnik V.
Según informó el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) “el análisis intermedio de los datos demuestra altos índices de seguridad para el uso combinado. No hay efectos adversos graves, ni tampoco casos de coronavirus después de la vacunación”.
Se trata de un ensayo para verificar la seguridad e inmunogenicidad de la combinación de los dos inmunizantes realizado en la República de Azerbaiyán, que se inició en febrero pasado y los primeros datos serán publicados en agosto.
Por medio de un comunicado, el RDIF indicó que “hasta la fecha se ha vacunado a 50 voluntarios y el reclutamiento para los ensayos clínicos continúa” con la admisión de más participantes.
El estudio clínico se realiza en el marco de un programa global que abarca también los Emiratos Árabes, donde ya se inmunizó a voluntarios, así como Rusia y Bielorrusia, países en los que fue autorizado por los reguladores locales pero aún no comenzaron los ensayos.
Por otro lado, un trabajo realizado por la Universidad de Sri Jayewardenepura en conjunto con el Consejo Municipal de Colombo en Sri Lanka y la Universidad de Oxford expuso que el 95% de las personas que recibieron la dos dosis de Sinopharm tienen anticuerpos contra la variante Delta.
La investigación arrojó que las personas de 20 a 39 años presentaron tasas de seroconversión (títulos de anticuerpos) muy elevadas (98,9%), en individuos mayores de 60 años (93,3%) fueron menores.
Además, la vacuna indujo anticuerpos neutralizantes en el 81,25% de los receptores de la vacuna y estos niveles de anticuerpos neutralizantes fueron similares a los niveles observados después de una infección natural.
En Argentina, un reciente estudio “de vida real” en pacientes de más de 60 años arrojó una eficacia de 84% para prevenir la mortalidad tras la aplicación de las dos dosis.