La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) junto a la Cátedra Abierta de Género y Sexualidades, el Programa de Acción Institucional para la Prevención de la Violencia de Género y la Secretaría General trabajan articuladamente para elaborar el diseño e implementación de capacitaciones sobre Ley Micaela. Próximamente se abrirán las inscripciones a los cursos que se dictarán a partir de septiembre.
La Ley Micaela establece la obligatoriedad de problemática de género y violencia hacia las mujeres para todas las personas que se desempeñen en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de la Nación. Se llama así en homenaje a Micaela García, quien fue víctima de femicidio en 2017 y una activa militante del movimiento “Ni una menos”.
Se promulgó a principios de 2019 con el objetivo de capacitar a personas que se desempeñaran en la función pública. La UNQ adhirió a la ley en mayo de 2019. En este marco, implementó un programa de capacitación obligatoria en género dirigida a personal jerárquico, administrativo y de servicios, y docentes, el cual desarrolla una línea de capacitación y sensibilización sobre la temática.
En este sentido, María Sondereguer, coordinadora del Programa de Acción Institucional para la Prevención de la Violencia de Género (PVG) se refirió al trabajo que realizan articuladamente. “La Cátedra abierta de género y sexualidades y el PVG con su Protocolo son las dos herramientas de intervención institucional que trabajan de manera continua para transversalizar la perspectiva de género en la UNQ. Al mismo tiempo, estos espacios de formación están articulados con la Secretaría General de la Universidad”, explicó.
Si el propósito de la Ley es sensibilizar sobre la perspectiva de género, plantear interrogantes sobre las violencias de género y ofrecer herramientas analíticas para pensar resoluciones frente a las violencias de género, la implementación de los cursos de capacitación proponen herramientas conceptuales y teóricas sobre estas problemáticas. “También proponen una mirada crítica para pensar las relaciones de poder, en el marco del régimen patriarcal y hegemónico, y producir un conocimiento situado a partir de identificar los emergentes de situaciones de violencia en el marco de los espacios de a UNQ”, sintetiza Sondereguer.
La implementación de estas capacitaciones se viene realizando desde 2019 y apuntan a identificar las múltiples violencias que están consignadas y definidas en la Ley 26485, de protección integral a las mujeres, ya sea tanto la violencia física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, como simbólica. Este Programa de formación brindó encuentros de capacitación para máximas autoridades a cargo de Dora Barrancos y talleres de sensibiliación. Además, incluyó formaciones específicas que abarcan, por un lado, la formación de formadores, y por el otro, una capacitación más general con cursos de 25 horas de formación. “A partir del diagnóstico de distintos emergentes que aparecían durante los cursos de la Ley Micaela, se le sumó una formación específica sobre masculinidades”, agregó Sondereguer.
Poner en conocimiento esta normativa e implementar acciones en torno a las temáticas de género y violencia dan cuenta de la perspectiva de derechos que tiene la Universidad. “La UNQ ha construido un largo camino en el respeto y la defensa de los Derechos Humanos”, destacó la Coordinadora y subrayó el fuerte compromiso con la “transversalización de la perspectiva de género”.