El padre de Paloma Gallardo, la adolescente de 16 años que fue asesinada junto a su novio Josué Salvatierra en la localidad de Bosques, declaró ante el fiscal del caso y manifestó que el presunto detonante del doble crimen fue “una represalia” en su contra por su lucha “contra el narcotráfico”.
Conforme al testimonio, Omar Gallardo sostuvo que, al momento de la desaparición de su hija y el menor de 14 años, fue convocado por los efectivos policiales para participar en la búsqueda.
En este sentido, el pastor resaltó que, al enterarse de que los cadáveres aparecieron en el “puente amarillo” (el descampado ubicado a metros de la Línea Mitre), concurrió a ese lugar junto a su hermano y después reconoció el cuerpo de Paloma en la morgue judicial.
De acuerdo a su comparecencia ante el fiscal Darío Provisionato, a cargo de la Fiscalía de Instrucción y Juicio N°1 Descentralizada de Florencio Varela, el motivo de los asesinatos perpetrados a fines de enero “podría haber sido una represalia en su contra, por su lucha contra el narcotráfico en la zona y su labor de prevención del consumo”.
“Afirma que parte de la Policía y sectores políticos se beneficiarían del tráfico de drogas local”, informaron fuentes del caso a NA.
Gallardo acusó al abogado de la familia de Josué, Carlos Diéguez, quien no asistió a la audiencia, de “haber difundido información personal y privada sobre su familia, obtenida años atrás cuando él reparaba computadoras de Fabián Barrios”, ex comisario de la Seccional 4°.
Según el pastor evangélico, el letrado utilizó esos datos con el objetivo de “perjudicarlo” y “ensuciar” su nombre, su religión y la memoria de su hija.
El uniformado conocía detalles de Brenda (su otra hija) y una situación judicial de Santiago (su hijo varón), razón por la que sospecha que la información habría llegado a la prensa a través de Diéguez.
“No hay otro enlace entre la información de mi otra hija y lo de Santiago, si no es entre ellos y Diéguez, poniéndolo para perjudicarme a mí y a mi familia”, insistió Gallardo.
A su vez, el conductor del programa radial Proyecto Harpazo indicó que desde 2021 “fue víctima de ataques personales” por las funciones que desempeña como pastor evangélico y destacó que colaboraba con la Comisaría 4° de Florencio Varela en “tareas espirituales”.
El caso
El 30 de enero, los jóvenes desaparecieron cuando presuntamente se dirigían a un gimnasio y los cuerpos fueron hallados 48 horas después en un terreno baldío a metros de las vías del Tren Roca.
La autopsia reveló que la adolescente de 16 años falleció a causa de una “lesión cerebral” provocada por una “fractura de cráneo” y un “traumatismo encéfalo craneal grave”, mientras que el menor de 14 murió como consecuencia de una “hemorragia cerebral”, también con “fractura de cráneo” y “traumatismo encéfalo craneal grave”.
La causa se encuentra caratulada como homicidio criminis causa (matar para cubrir otro delito) y por el momento no tiene detenidos.
