En un operativo con efectivos de encubierto realizado en el centro de Quilmes, fueron detenidos un hombre y su hijo adolescente acusados de intentar vender un set de tubos de oxígeno que habían sido robados en La Plata. Se los habían ofrecido por redes sociales a la víctima, quien dio aviso a la policía. Todo comenzó meses atrás, el pasado 19 de mayo, cuando ladrones rompieron el vidrio de un Fiat Toro estacionado en el cruce de las calles 5 y 419 de la capital bonaerense. Del interior sustrajeron tres tubos de oxígeno y un vaporizador de uso médico veterinario.
Tras ello, el propietario radicó la denuncia correspondiente y armó una publicación a través de la aplicación Marketplace de la red social Facebook solicitando información acerca de los elementos robados. Cuando ya no creía que pudiera dar con ellos, el lunes lo contactaron ofreciéndole los tubos y, tras negociar el precio, pactaron una entrega en un lugar muy transitado: la estación de servicio Shell de Lavalle y Garibaldi, situada en el corazón de Quilmes.
Previo a asistir al encuentro, la víctima dio aviso al gabinete criminológico de la Comisaría Primera del distrito. La titular de la dependencia, comisario Mariana Escarlón, encabezó el procedimiento de “entrega controlada” con efectivos de civil en los alrededores del lugar y la intervención judicial de la fiscal de la UFIJ N° 7, Ximena Santoro.
A las 19.30 del martes, mientras los agentes aguardaban de encubierto y uno se hacía pasar por el denunciante, apareció una camioneta Ford Ecosport conducida por un hombre de 33 años, acompañado por sus dos hijos, uno pequeño y un adolescente de 15. Este último fue quien descendió para hacer la venta y en ese momento fue reducido. La propia Escarlón se encargó de reducir al padre del menor.
En su poder secuestraron los elementos denunciados como robados y reconocidos por la víctima como de su propiedad. Todos fueron trasladados al asiento de la Comisaría Primera de Quilmes donde los aprehendidos fueron imputados por el delito de “encubrimiento agravado por el ánimo de lucro”. En tanto, se investiga si los vendedores tienen relación con el robo previo.