Eugenia Vázquez, hermana de la víctima indicó a este medio que “en 2006 comenzaba el primer juicio por mi hermana Andrea Viera en Quilmes. Duró un mes… con un triste final, quedaron absueltos Diego Hernán Herrera, Carlos Daniel Maidana, David Leonardo Gutiérrez y Luciano Oscar Farías. Solamente fue condenada a perpetua Marta Jorgelina Oviedo Salazar, que siguió siendo beneficiada con la reclusión morigerada de la tobillera magnética. De ahí, y hasta ahora no pararon de hacer juicios. Muchos juicios…pocas condenas; justicia lenta…no es justicia”.
“Todos los hermanos de Andrea ya no permitimos más juicios; no más revictimización a testigos y a su compañero de vida”, indicó Eugenia que desde hace años acompaña a víctimas de hechos de violencia institucional en los distintos tribunales de la Provincia.
El 10 de mayo de 2002, Andrea Viera y Gustavo Cardozo salieron de su casa para ir a visitar a un familiar y en el camino se bajaron del colectivo 324 debido a que ella estaba descompuesta, la autopsia comprobaría que estaba embarazada. En ese contexto, fueron interceptados por una brigada policial, como sospechosos de haber participado en un hecho en el que habían baleado a un uniformado. Ya en la comisaría Primera de Florencio Varela, la pareja fue sometida a golpes y torturas para que confesaran su participación en ese episodio, del cual eran ajenos.
La joven se desvaneció y fue derivada al hospital Mi Pueblo, donde falleció una semana más tarde, debido a las lesiones que le provocaron los apremios ilegales recibidos.