Otro caballo murió en Quilmes en las últimas horas, luego de que el carro del cual tiraba chocara contra una camioneta. Organizaciones protectoras insisten con la falta de controles y piden al municipio que aplique la ordenanza que prohíbe la tracción a sangre en el distrito.
«Recibimos a un caballo negro, esbelto al que tan solo de mirarlo veíamos que el carro había pasado en su vida: unas lineas blancas circundaban su abdomen, producto de lo que alguna vez fueron las cinchas encarnadas en su piel», expusieron desde la ONG Caballos de Quilmes.
«Su ojo izquierdo no estaba. Sus pestañas se entrelazaban en los nervios expuestos que habían dejado vaya uno a saber cuantos golpes en su cara ¡Porque hay que tener saña para romper un ojo así! Y no era producto del choque», adujeron.
Los proteccionistas, que desde hace años reclaman por la aplicación de la ordenanza que prohíbe la Tracción a Sangre en Quilmes, explicaron que el animal «estaba tirado en el asfalto. El chico que lo tenía venía utilizándolo cual moto en un barrio de Quilmes hasta impactar contra una camioneta».
Tras el siniestro, el equino «impactó contra el asfalto y solo podía mover sus patas. La desesperación corrió en todos, por supuesto. Vinieron desde cada esquina a tratar de pararlo. No importaba si estaba fracturado ¡Había que pararlo! Forzarlo, arrastrarlo… quizás en unos días servía para usarlo de nuevo», reclamaron a raíz del intento de los carreros por poner en pie al animal pese que no podía sostenerse por sus propios medios.
«No había que perder oportunidad alguna! Quisieron hasta que venga un carrero para cargarlo en el carro y así llevárselo. Afortunadamente, no podía levantarse. Ante todos los esfuerzos y después de entender la situación decidieron dejar que sea asistido».
Según informaron posteriormente, el animal fue evaluado por varios especialistas, y comenzó con una «terapia agresiva para revertir el cuadro». Lamentablemente, tras unos días en Terapia Intensiva, el animal murió dada la gravedad de las heridas. «Esto no es ‘trabajo’. No es ‘pobreza’. Esto es ni más ni menos que el resultado de la falta de voluntad política para terminar con un flagelo que tiene solución. En el sigo XXI, existen otros medios de transporte», reclamaron desde la ONG. «Piensen: toda persona puede diferenciar lo que está bien de lo que está mal. Lo que causa dolor, de lo que no. Perpetuar a los caballos en los carros es MALDAD», aseguraron.