La Justicia de La Plata sentó un precedente relevante para la inclusión educativa de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) al resolver a favor de un recurso de amparo presentado por el arquero de Independiente, Rodrigo Rey, y su pareja. La pareja había denunciado que un colegio de City Bell les negó la renovación de matrícula a sus hijos, Renata y Benicio, este último diagnosticado con autismo.
Según publicó el diario El Día, el tribunal concluyó que la exclusión de ambos hermanos constituyó un caso de “discriminación indirecta”. Indicó que la decisión institucional generó un impacto desproporcionado “por motivos de discapacidad” y que el colegio no pudo aportar una justificación válida para sostener su postura.
El conflicto se originó en diciembre del año pasado, cuando Rey recibió una carta documento del Instituto José Manuel Estrada en la que se informaba que sus hijos no podrían continuar en la institución en 2025. El arquero denunció que la medida fue discriminatoria hacia Benicio -quien se encuentra dentro del espectro autista- y que además respondía a un posteo que él había realizado meses antes en redes sociales, en el que cuestionaba la falta de herramientas del cuerpo docente para garantizar un entorno escolar empático.

Tras la presentación del amparo, la Justicia rechazó inicialmente la medida cautelar el 28 de noviembre. La familia apeló la resolución y, días después, obtuvo un fallo favorable que habilitó la continuidad de Benicio y Renata en el colegio para evitar la ruptura de vínculos.
Ahora, un nuevo pronunciamiento del Juzgado de Garantías del Joven N.º 3 de La Plata ordenó a la Fundación José Manuel Estrada asegurar la permanencia escolar de ambos niños. Para el tribunal, la exclusión de los hermanos configuró discriminación indirecta porque afectó de manera desmedida a un niño con discapacidad y no existió un fundamento legítimo para la negativa. El fallo dispone que los chicos puedan seguir en la institución “hasta la finalización de los ciclos educativos” y exige implementar ajustes razonables que garanticen una educación “plena, integradora e inclusiva”, en línea con las necesidades de Benicio.
En diálogo con Infobae, la abogada patrocinante de la familia, Carla Junqueira, celebró la decisión judicial. “Sin duda este será catalogado como un fallo ejemplar: el colegio deberá garantizar la continuidad educativa y capacitar su equipo en discapacidad y autismo”, señaló. También remarcó que la institución no puede ampararse en el “derecho de admisión” para rechazar la matrícula de alumnos con TEA y que el fallo prohíbe excluir a una familia por solicitar adaptaciones razonables para la inclusión escolar. “La justicia confirma que la igualdad y la no discriminación prevalecen sobre los reglamentos internos de escuelas privadas”, concluyó.
