Diego Molina, el empleado de la funeraria que se fotografió con el cuerpo de Diego Maradona, fue condenado a cuatro días de arresto en suspenso.
Según informaron fuentes del caso, se trata de la pena máxima para el delito que le imputaban, caratulado como “profanación de cadáver humano”. Durante los próximos ocho meses, Molina deberá ir a la fiscalía cada vez que lo llamen, cumplir 50 horas de tareas comunitarias y donar 10 mil pesos a la Fundación Integra Asociación Civil, dedicada a la recuperación de adictos y queda en La Matanza.
“No hay pena suficiente para la aberración que hicieron estos salvajes pero tanto yo, como las hermanas de Diego, estamos satisfechos de haber logrado que ese hecho no termine impune. Tal como le prometí a la memoria de mi amigo y a sus hermanas llevamos esta causa hasta el final y ahora vamos estar atentos a que se cumpla con las tareas y con la donación a la Fundación que ayuda a los chicos que tienen problemas de adicciones”, dijo Matías Morla, el abogado querellante que representó en la causa a las hermanas de Diego.
Y agregó: “Esperamos pronto se resuelva el recurso presentados por los otros dos imputados y que terminen con la misma pena”.