“Esas dos que cruzan la Avenida Varela son las que estaban en mí barrio merodeando la casa de la señora Margarita. Que se haga justicia por ella”, fue uno de los relatos de la jornada de ayer en el juicio que se sigue a Bárbara Cimiotta, imputada por el brutal crimen de Margarita Toledo, la abuela que mataron de 18 puñaladas en Berazategui. Uno de los testigos señaló la pantalla del video que se reprodujo en la sala de juicio de la planta baja en los Tribunales de Quilmes y no dudó en señalar a la procesada.
Todos los declarantes coincidieron en sindicar a la imputada en los videos que se exhibieron a los testigos como una de las que estaba en inmediaciones de 5 y 157 en febrero de 2022. Vale recordar que en agosto Mariel Sauvage fue condenada en otro juicio a la pena de prisión perpetua por los hechos.
A requerimiento del fiscal Andrés Nieva Woodgate se transmitió a los jurados la cámara Gesell al nieto de la víctima que precisó haber visto a Cimiotta y Sauvage en cercanías de la casa de la abuela momentos antes del homicidio.
La pareja de la condenada Sauvage (para la justicia fue una de las homicidas de la anciana) fue claro al afirmar que “no tenía nada que ver con los hechos y que Sauvage y Cimiotta eran amigas”.
Luego declaró uno de los policías encargados de las ivestigaciones que remarcó la celeridad de como actuaron para detener a las mujeres horas después del asesinato. Asimismo brindaron sus dichos vecinos que marcaron a dos mujeres que se vieron en los videos como Sauvage y la juzgada Cimiotta.
“Estaban sucias y pedían papelillo, una era corte Furia de Gran Hermano y la otra como Pluto, pero no le dimos cabida porque estaban amanecidas; sucias, drogadas y borrachas (en relación a Sauvage y Cimiotta)” dijo un testigo con un lenguaje vulgar pero irrefutable ante los 18 ciudadanos, las partes y el juez Darío Hernández.
Luego los defensores solicitaron a ese mismo testigo la realización de un croquis donde el vecino de los monoblocks brindó precisiones en las que más allá de giros lingüísticos de una jerga impropia por el contexto fue contundente y creible en sus manifestaciones.
En mismo tenor se pronunciaron otros dos vecinos de la abuela Toledo y unos hermanos que vieron pasar a Sauvage y la imputada Cimiotta y que esta última decía “le dimos le dimos”.
Los hechos
Cabe recordar que el brutal crimen de Toledo tuvo lugar en un departamento del primer piso de un complejo de edificios ubicado en calles 5 y 157, de Berazategui. Tal consta en la causa judicial, un llamado al 911 alertó que la anciana había sido atacada durante un presunto robo, por lo que esa fue la hipótesis inicial que manejaron los primeros policías que arribaron a la escena del crimen, quienes hallaron a la víctima aún con vida.
De acuerdo a los peritos, Margarita Toledo presentaba múltiples heridas de arma blanca en el cuello, tórax, abdomen y brazos tras haber sido apuñalada con un arma blanca, similar a un cuchillo o una faca. La mujer vivía junto a su hijo y su nieto de 11 años.
Según el expediente judicial, dos mujeres saltaron desde el balcón de la casa de la abuela; luego se hallaron videos de cámaras de seguridad que registraron la fuga de las sospechosas, ambas vestidas con prendas de color negro y una de ellas con la cabeza rapada.
Los móviles
Tal consta en lo ventilado en el proceso en la audiencia de la víspera, uno de los móviles del aberrante crimen habría sido la relación que mantuvo un hijo de la víctima con Sauvage (condenada a perpetua) y que este habría abusado sexualmente del menor, lo que derivo en que las mujeres buscaran al hombre para vengar dicha situación; lo que derivo en que días antes muchos testigos que han declarado refirieran a haberlas visto en cercanías de los departamentos en los que ocurrió el crimen.