Luego de casi cuatro años de investigación, detuvieron a un delincuente apodado Bocón, acusado de haber liderado diversas bandas criminales desde hace más de dos décadas y de asesinar en medio de un intento de robo a un comisario retirado en Quilmes y a un sargento en Lomas de Zamora, mientras que estaba escondido en una vivienda en Florencio Varela, a la que las autoridades accedieron a través de un exitoso operativo de allanamiento.
Se trata de un Darío Acosta Corvalán, que encabezó grupos que causaron daños a los ciudadanos y que se cobraron varias vidas. El aprehendido, de 43 años, tiene un prontuario extenso que data desde el año 1999 y ya había estado detenido en otras ocasiones.
En esta oportunidad, se lo acusa del homicidio del capitán retirado Héctor Lagraña, quien fue asesinado en la puerta de su casa en Quilmes Oeste el 11 de diciembre de 2020. La víctima había llegado con su familia y cuatro malvivientes a bordo de un Volkswagen Vento lo abordaron. Se desató un tiroteo feroz y el ex comisario recibió tres disparos en el abdomen. Agonizó un mes y su cuerpo no resistió las heridas.
Por la causa ya habían detenido a un prófugo el 14 de julio, aunque quedaba el jefe de la banda. Bocón integró varias células criminales y juntaba ladrones experimentados y jóvenes que querían incursionar en la delincuencia. Estos grupos peligrosos hicieron estragos y es por ello que estuvo preso de manera intermitente entre el 2002 y el 2015 por robos. Pero ahora, la situación es distinta.
Estaba escondido en una vivienda en Bosques, Florencio Varela. Fue allanada por orden del fiscal Leonardo Sarra, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) número 2 de Quilmes e identificaron a su esposa, quien estuvo atrincherada con él todo este tiempo. Además, le secuestraron letras y números que usaba para modificar la patente de su vehículo y así despistar a las autoridades.
Lomas de Zamora
Además, se lo imputa por el crimen de un sargento en Lomas de Zamora en 2022, dos años después del primer homicidio. En sintonía, puede afrontar una condena perpetua o de muchas décadas tras las rejas.
Es importante resaltar que, a pesar de que estaba escondido, los investigadores se enteraron que, desde la clandestinidad, estaba reclutando un grupo de ladrones para que trabajen para él y así seguir delinquiendo.