“Viva la Virgen” fue la expresión común en la ceremonia central que se dio ayer en la Catedral Inmaculada Concepción de Quilmes en el día de la Patrona de la Diócesis. Hubo misa y luego una procesión con la Virgen por las calles adyacentes al templo religioso de Mitre y Rivadavia. Con un mensaje comprometido desde la realidad social, Monseñor Carlos Tissera, se dirigió a los fieles que colmaron la principal sede religiosa de la Diócesis de Quilmes. “No podemos aceptar que se naturalice que una persona deba elegir entre comprar sus remedios o comer”, refirió el Obispo en el marco de expresiones enmarcadas en un crítico diagnóstico de la realidad social de los últimos tiempos.
El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, presidió junto al padre párroco Oscar Marchessi, en la Catedral la misa central por la fiesta de la Inmaculada Concepción, en la que participaron cientos de vecinos.
Durante la celebración eucarística, monseñor Tissera recordó que “hoy queremos honrar a María, rodearla de nuestro cariño de hijos e hijas, suplicándole por nuestra Iglesia diocesana. Dándole gracias por tantos beneficios espirituales, pero debemos analizar lo que nos toca vivir, momentos de cambios, paradigmáticos, difíciles y en este contexto hay que tenderle la mano al que lo necesita, no podemos analizar y naturalizar que existan personas que deban elegir entre comer o comprar remedios, es ser empáticos, tener humanidad con el otro, esto va más allá de cualquier análisis político, es lo que nos está sucediendo como sociedad”.
Asimismo precisó que “debemos agradecer además a la comunidad que tenemos, a nuestra madre María que nos cuida siempre, que nos cobija con su manto, eso es relevante en estos tiempos que vivimos, elevar una oración por los que necesitan salud, por los que la están pasando mal”, dijo Tissera en un mensaje que no dejo de lado los tiempos que se viven en la región.
Luego la imagen de la Inmaculada fue llevada por las calles de la ciudad como es habitual todos los años para esta fecha tan sentida por toda la grey católica. La Virgen fue acompañada por cientos de fieles que se sumaron a la sentida ceremonia en la sede religiosa de Mitre esquina Rivadavia del centro quilmeño.