Tras rechazar el Senado su nombramiento por decreto, el juez Manuel García Mansilla renunció a su cargo en la Corte Suprema de Justicia de la Nación “de manera indeclinable”.
En una carta dirigida al presidente Javier Milei; García Mansilla explicó los motivos de su dimisión y expresó su “convicción de que la falta de integración de la Corte Suprema era un grave problema institucional que requería una solución urgente”.
Consideró “sorprendente” que desde diciembre la Corte funcione con sólo tres miembros, y observó que “a esa anomalía institucional se le había sumado una nueva vacante, que agravó aún más la situación y que, incuestionablemente, requería también ser cubierta sin dilaciones”.

Sostuvo que es una “falsa creencia” que la Corte Suprema pueda funcionar con sólo tres jueces, lo que consideró un “espejismo institucional que puede causar un daño incluso mayor que el que ya ha causado la demora en integrar el Tribunal”.
“El funcionamiento con conjueces dista de ser el ideal. Se resuelven casos, sí, pero no en la cantidad y el ritmo que exige la Corte”, lentitud que “afecta en concreto la actividad del Tribunal y, fundamentalmente, la vida de nuestros conciudadanos, que ven demorada la resolución de las disputas que someten a su decisión”.