Un joven colombiano que residía en Ezpeleta fue arrestado por su presunta participación en una organización criminal dedicada a otorgar préstamos usurarios bajo la modalidad conocida como “gota a gota”. En un allanamiento realizado en su vivienda, ubicada en la calle Colombia al 2700, efectivos policiales encontraron una suma millonaria en efectivo, armas y vehículos de alta gama, entre otros elementos vinculados a la causa.
La investigación comenzó el pasado 20 de marzo, cuando personal de la Comisaría Comunal 1 Sur de la Policía de la Ciudad detectó una situación sospechosa en el barrio porteño de Constitución. Un motociclista, también de nacionalidad colombiana, manipulaba fajos de billetes sobre su vehículo mientras era observado por otro hombre. Al ser requisado, el joven —que no tenía antecedentes— fue hallado con más de 6,3 millones de pesos argentinos, 300 mil pesos colombianos y un celular de alta gama.
A partir de la información extraída del teléfono, el Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº2, a cargo del juez Pablo Yadarola, ordenó la detención incomunicada del sospechoso y el inicio de tareas de inteligencia para determinar su verdadero domicilio. La investigación reveló que vivía en Ezpeleta, partido de Quilmes, por lo que ese mismo día se realizó un allanamiento en la vivienda.




El resultado del operativo fue contundente: los investigadores secuestraron más de 14,2 millones de pesos en efectivo, una pistola calibre 9 milímetros con el cargador completo, una notebook, una contadora de billetes, documentación relevante, un Audi A3, un Fiat Cronos y otros elementos clave para la causa.
Además, con el avance de las pesquisas, se detuvo a otros dos ciudadanos colombianos señalados como parte de la misma banda. En nuevos operativos llevados a cabo en domicilios del sur del conurbano bonaerense, se secuestraron 11 motocicletas presuntamente usadas para cobrar las cuotas de los préstamos, cinco autos, dos escopetas, más de 10 mil dólares y registros escritos sobre las maniobras financieras.
Según fuentes judiciales, la red de prestamistas operaba principalmente en Quilmes, Lomas de Zamora y Berazategui. Ofrecían dinero en efectivo sin firmar contratos ni pedir avales, pero exigían devoluciones con intereses exorbitantes. Las víctimas que no podían cumplir con los pagos eran amenazadas o forzadas a entregar bienes como motos o autos.
Aunque esta investigación tomó impulso este año, el delito ya había sido advertido por el Ministerio Público Fiscal en 2018, ante el crecimiento de estas prácticas extorsivas en territorio argentino.