El sacerdote Franco Lütens, miembro del Obispado de Quilmes, que había sido apartado de su cargo el año pasado fue detenido ayer por orden del juez Diego Aguero, a cargo de Garantías N° 4 del Departamento Judicial Quilmes, con sede en Berazategui, en el marco de una causa por abuso sexual con acceso carnal agravado, denunciado por dos mujeres y un monaguillo que se desempeñaban en la parroquia Virgen María Madre del Pueblo, ubicada en Berazategui; todos menores de edad al momento de los hechos.
Las presentaciones judiciales ya habían motivado, en junio de 2024, que el obispo de Quilmes, Carlos José Tissera, decidiera el apartamiento del sacerdote de sus funciones pastorales. Ayer en la localidad de Ranelagh se concretó el allanamiento y posterior detención del acusado; la diligencia estuvo a cargo de personal policial de la Sub DDI Berazategui.
Data Judicial pudo saber que en la jornada de hoy será indagado por la fiscal Bárbara Velasco, de la UFI N° 8 de delitos contra la integridad sexual. Los hechos habían tomado sido conocidos el año último por presentación en sede judicial, Lütens está acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal reiterado, agravado por ser cometido por un ministro de culto, en concurso real entre si, y corrupción de menores agravado”.

Comunicado del Obispado
Desde el Obispado de Quilmes se emitió un comunicado oficial en el que el obispo Tissera manifestó su pesar “por el sufrimiento de las personas afectadas y reiteró el compromiso de la diócesis con la protección de niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables. También se informó que el Equipo Diocesano para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables se encuentra disponible para acompañar a las víctimas y sus familias”.
“La Diócesis de Quilmes reitera su disposición a colaborar con la Justicia en todo lo que sea requerido”, señalaron desde la institución, al tiempo que remarcaron que el sacerdote ya no cumple funciones dentro de la Iglesia local desde el inicio de la causa penal.
La causa penal sigue su curso y la investigación continúa bajo la órbita del Departamento Judicial Quilmes. Tanto Tissera como el obispo auxiliar Eduardo Redondo «están comprometidos con el cuidado de la vida y el resguardo de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos vulnerables», cierra el comunicado.
Guillermo Troncoso
@TroncosoGuille