Un operativo llevado a cabo en la localidad de Quilmes permitió desarticular una imprenta clandestina utilizada para la falsificación de marquillas de cigarrillos ilegales, donde además se halló una gran cantidad de medicamentos sin trazabilidad ni habilitación sanitaria.
El procedimiento fue ordenado por el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 de Morón, a cargo del juez Jorge Rodríguez, con intervención de la Fiscalía Federal de Santiago Marquevich.
El epicentro de la investigación fue un inmueble ubicado en la calle Pedro Elustondo, en Quilmes Oeste, donde personal de la Policía Bonaerense halló una imprenta oculta en un galpón equipado con maquinaria de alta complejidad: impresoras offset, troqueladoras, guillotinas y equipos de hot-stamping.


Allí se fabricaban marquillas apócrifas de cigarrillos de distintas marcas como Golden King, Boxer, Melbourne, Red Point y Jaisalmer, entre otras, muchas con advertencias sanitarias falsas o leyendas bolivianas. Según fuentes de la causa, los elementos incautados tenían como objetivo “evadir impuestos y dar apariencia de legalidad a productos fabricados al margen de los controles estatales”.
Durante el operativo —uno de cinco realizados simultáneamente en Quilmes, Escobar, La Matanza (dos domicilios) y Moreno— fue detenido el presunto responsable de la imprenta, un hombre de 56 años. Está imputado por infracción a las leyes 22.362, 27.430 y el artículo 288 del Código Penal.
Remedios
Además del material vinculado al contrabando de cigarrillos, se incautó una gran cantidad de medicamentos de alto costo, muchos de ellos psicotrópicos y productos oncológicos que requieren receta archivada. Entre los fármacos se hallaron lorazepam, alprazolam, paclitaxel, temozolomida y antibióticos, todos sin documentación de origen ni cadena de frío que garantizara su conservación.
El hallazgo llevó a los investigadores a calificar el lugar como “la imprenta de la muerte”, debido al riesgo sanitario que implicaría la circulación de estos productos sin control oficial.
La investigación continúa y no se descarta que esta parte de la causa sea derivada al juzgado federal de Quilmes, a cargo del juez Luis Armella.
Desde la Justicia señalaron que se trata de “uno de los golpes más importantes a la logística del mercado ilegal de cigarrillos en la última década”.