La magistrada Julieta Makintach fue suspendida formalmente de su cargo por decisión unánime de los legisladores que integran el jury político en su contra. La medida se tomó en el marco del escándalo vinculado al juicio por la muerte de Diego Maradona, y tendrá vigencia indefinida mientras se define su situación.
La suspensión, además, implica una reducción del 40% en su salario y se mantendrá activa hasta tanto el gobernador Axel Kicillof decida si acepta o no la renuncia que la jueza presentó la semana pasada. Hasta ahora, Makintach había sido apartada preventivamente por la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires por un plazo de 90 días, pero la nueva resolución agrava su situación funcional.

El juicio político seguirá su curso mientras se aguarda la definición del Ejecutivo provincial. Si el gobernador acepta la renuncia, el proceso se interrumpe automáticamente, aunque eso no le garantiza a Makintach acceder a una jubilación judicial, ya que no cumple con los requisitos de edad ni de antigüedad en el cargo. En ese caso, podría solicitar una jubilación común dentro de la caja previsional bonaerense si retoma actividades en otro ámbito.
El jury de enjuiciamiento apunta a preservar la conducta ética y profesional de los integrantes del Poder Judicial. En caso de resultar destituida, la magistrada no podrá volver a ejercer cargos dentro del sistema judicial y, además, podría enfrentar restricciones para el uso de su matrícula como abogada, de acuerdo con lo que señalan especialistas en derecho disciplinario.