La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo anunció ayer la restitución del nieto número 140, en el marco de una conferencia de prensa realizada en la Casa por la Identidad del Espacio Memoria de la Ciudad de Buenos Aires. La titular de la organización, Estela de Carlotto, afirmó que este hallazgo “es un bálsamo para seguir a pesar de las circunstancias”.
Carlotto abrió el encuentro destacando el legado de “las abuelas que ya no están”, el acompañamiento de los nietos restituidos y el compromiso del equipo de trabajo de la asociación, a quienes atribuyó la fuerza necesaria para continuar. También agradeció estar “aún lúcida” para presenciar la noticia.
“Anunciamos con enorme felicidad y damos la bienvenida al nieto N° 140, hijo de Graciela Romero y Raúl Eugenio Metz. ¡Bienvenido!”, expresó Carlotto con emoción, acompañada por su hermana Adriana, quien participó de la búsqueda durante más de cuatro décadas.

El nieto restituido nació el 17 de abril de 1977 en el centro clandestino de detención conocido como La Escuelita, en Bahía Blanca. Sus padres, oriundos de esa ciudad, habían sido secuestrados en Cutral Co ese mismo año, cuando Graciela cursaba el quinto mes de embarazo. Ambos permanecen desaparecidos tras haber sido torturados en cautiverio.
El bebé nacido en ese contexto fue separado de su familia biológica. Su hermana Adriana, de apenas un año al momento del secuestro, fue criada por sus abuelos paternos, Oscar y Elisa, quienes la acompañaron en la búsqueda de su hermano a lo largo de los años.
Durante la conferencia, Abuelas de Plaza de Mayo también destacó el trabajo de los equipos técnicos de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que, pese a las condiciones precarias en las que desarrollan sus tareas, continúan impulsando las investigaciones para restituir la identidad a quienes la desconocen.
“Con la restitución del nieto 140 confirmamos, una vez más, que nuestros nietos y nietas están entre nosotros. Los vamos a encontrar gracias al trabajo que llevamos hace 47 años”, concluyó Carlotto.