Continúa hoy en los Tribunales de Quilmes el juicio oral por la trágica muerte de Iñaki Bohn Rioboo, el niño que falleció en 2017 a causa de una descarga eléctrica fulminante proveniente de una farola en el barrio privado Altos de Hudson II.
El proceso, que ya lleva siete años de trámite, se desarrolla ante el Juzgado Correccional N° 5 de Quilmes y tiene a tres imputados siendo juzgados por el delito de “homicidio culposo”.
La Justicia busca determinar las responsabilidades por la falta de seguridad y el mantenimiento defectuoso de la instalación eléctrica que provocó el fatal incidente. Los tres imputados son Santiago Domingo Collavini -administrador y desarrollista del complejo-; Rubén Levy -electricista matriculado- y Héctor Lucero -encargado de mantenimiento-.


El fiscal Jorge Squeo como el particular damnificado y las defensas de los encartados interrogarán a los testigos citados en la sede judicial de Yrigoyen 475.
El trágico suceso ocurrió el 22 de febrero de 2017. Iñaki jugaba con un grupo de amigos en la pileta de uso común del complejo cuando, al buscar una pelota fuera del agua, rozó una farola electrificada. A pesar de los intentos de reanimación en el UPA de Hudson, el niño falleció.
