La policía detuvo a un hombre acusado de matar a la psiquiatra de 68 años asesinada en su casa de City Bell. El sujeto, de 38 años, fue capturado en Quilmes cuando intentaba subirse a un colectivo con destino a Tucumán con un bolso, un celular y un pasaje de micro.
La víctima había sido encontrada el 15 de noviembre en el comedor de su casa, en la calle 473 entre 15 A y 17, con múltiples heridas cortantes y manchas de sangre alrededor de la cabeza. El caso fue caratulado como homicidio y la investigación avanzó rápidamente hasta dar con el sospechoso.
Durante la investigación, la policía científica secuestró varios elementos de la casa: sábanas, dinero, anteojos, guantes de lana, colillas de cigarrillo, documentación y una notebook. Llamó la atención que el teléfono celular de la víctima no fue encontrado en el lugar.

El análisis de cámaras de seguridad fue clave: el 13 de noviembre, a las 9:01, un hombre con gorra clara, buzo verde oliva, pantalón oscuro y mochila fue visto caminando hacia la casa de la víctima con una escalera metálica. Casi una hora después, las cámaras lo captaron saliendo en sentido contrario, con la mochila visiblemente más abultada y una bicicleta, además de un machete cruzado.
Los investigadores identificaron al sospechoso como un sujeto que tenía acceso a la cuenta de Gmail de la víctima y la ayudaba con trámites bancarios. El último registro del celular de la mujer fue el 13 de noviembre a las 10:09, en una antena cercana a la casa del acusado, antes de ser apagado.
Con el avance de la causa, la policía determinó que el hombre planeaba escaparse a Tucumán, pero antes pasó por un asentamiento en Quilmes, donde tiene familiares. Allí fue interceptado en la calle 174 bis entre Chaco y Formosa, con un bolso y un pasaje de micro para las 19:00. Tenía varias heridas en las muñecas y en los brazos. El fiscal Álvaro Garganta avaló la detención y ordenó un registro de urgencia en la casa del acusado, en City Bell. En la propiedad, que estaba deshabitada, la Policía secuestró una tijera de podar, un par de ojotas azules, una tenaza, una sierra de arco y dos pantalones oscuros Adidas, similares a los que llevaba el sospechoso el día del crimen.
La causa, caratulada como homicidio, quedó en manos de la UFI y J N° 11 a cargo de. Álvaro Garganta y el Juzgado de Garantías N° 5 de Marcela Garmendia. La investigación continúa para determinar si hubo otros involucrados y esclarecer todos los detalles del brutal asesinato.
