Pocas veces las palabras de los padres de una víctima provocan un silencio tan respetuoso como el que se dio ayer en la sala de planta baja de los Tribunales de Quilmes: “a mi hijo no lo tengo más; estoy muerta en vida, convivo con esto hace 8 años”, fueron las palabras de la mamá de Iñaki, el niño de 11 años que murió tras recibir una descarga fulminante en el Barrio Altos de Hudson II en febrero de 2017. Se dio cuando la jueza Sandra Martucci les dio a los papás la posibilidad de decir unas palabras previo a cerrar la jornada, luego de los alegatos en donde se pidieron penas a 5 años de prisión por “homicidio culposo” para Santiago Collavini, administrador del complejo y Rubén Levy, electricista; asimismo la fiscalía desistió de los cargos en contra de Hernán Lucero, responsable de la empresa de mantenimiento y se dispuso su absolución. Las defensas solicitaron absoluciones de Collavini y Levy y el lunes 22 será el veredicto del Juzgado Correccional N° 5.
Por la mañana el fiscal Jorge Squeo solicitó una pena a a 5 años de prisión para los encartados Collavini y Levy por el delito de “homicidio culposo” agravado por tratarse de un menor de edad y el riesgo a las personas que residían en el country, además de la inmediata detención. Al mismo tiempo desistió de acusar a Lucero, de la empresa de mantenimiento; acto seguido adhirieron los abogados Marina Ameal, Fernando Burlando como Fabián Améndola y el doctor Carlos Zimerman (particular damnificado).


Por la tarde las defensas hicieron sus alegatos, el doctor Matías Iturburu, defensor oficial de Levy reclamó la absolución al referir a normativas técnicas y fue crítico con uno de los peritos al referir que el “punto de partida fue erróneo en torno al análisis”. Asimismo solicitó a la jueza se abra un proceso en torno a la posible responsabilidad en los hechos del intendente de Altos de Hudson II a la fecha del hecho que le costó la vida a Iñaki. Luego fue el turno de los doctores Nicolás Corletto y Gustavo Frasquet, letrados de Collavini que pidieron la absolución al reclamar que no le correspondía al administrador el control de las instalaciones eléctricas y discreparon con la mirada de la fiscalía. Ambos defensas solicitaron eximiciones de prisión en caso de eventuales condenas.
Réplicas
Al momento de las réplicas el doctor Améndola fue tajante al decir que “no le creo a Collavini, porque el señor Bohn (papá de Iñaki en su declaración) le había dicho en reiteradas ocasiones las fallas eléctricas e hizo caso omiso y las consecuencias fueron las peores”; a su turno Zimerman agregó que “esto no fue un accidente, digamos las cosas como son; esto fue un hecho evitable que por no colocar un disyuntor y conexiones adecuadas le costó la vida a Iñaki”.
Luego la jueza Martucci dio las últimas palabras a los imputados que coincidieron en señalar que “es un momento de dolor ante estos hechos y muchos años de un proceso doloroso”.


Por último el doctor Fernando Burlando le dijo a la jueza que los papás de Iñaki querían decir unas palabras. Primero fue el turno de la mamá que en tono vehemente lo miró a Collavini y le dijo “vos no sos un contador común, hiciste un barrio con falencias y vos y tu familia viven en otro lado. Yo estoy con este dolor hace años, a Iñaki no lo tengo más, sabés lo que es perder a un hijo?, sos un cobarde, me mandabas cartas documento vos y tus abogados para callarme; no respetaron mi duelo; me sacaron los carteles que pedían “Justicia por Iñaki”, ustedes demostraron lo que son, ojalá vayan presos y no puedan pasar la Navidad con sus familias”. Luego el papá leyó una emotiva carta de un hermano de Iñaki en medio de un respetuoso silencio en la sala de juicio.
El lunes 22 de diciembre a las 14.30 la jueza Martucci dará el fallo en la sala de juicio de Yrigoyen 475.
