El Juzgado Correccional N° 5 de Quilmes condenó ayer al administrador y al electricista del country Altos de Hudson II por el homicidio culposo de Iñaki Bohn Rioboo, el niño de 11 años electrocutado al tocar una farola en ese barrio cerrado en febrero de 2017. Con globos rojos y remeras que rezaron “Justicia por Iñaki” los familiares aguardaron el fallo y celebraron el pronunciamiento judicial. Santiago Collavini, administrador del barrio cerrado, quien recibió una pena de cuatro años de prisión; y Rubén Levy, responsable de las instalaciones eléctricas, condenado a cuatro años y seis meses de de prisión, más ocho años de inhabilitación profesional.
Vale recordar que por el homicidio culposo de Iñaki, Hernán Lucero, el encargado de mantenimiento del country, fue absuelto al desistir de los cargos la fiscalía. En diálogo con Data Judicial, Fernando Burlando precisó que “se llevaron puesta la vida de una criatura, entonces es muy difícil estar conforme. Pero bueno, la familia ahora está un poco más aliviada”.
Para la jueza Sandra Martucci, quedó probado que las omisiones y negligencias en el mantenimiento y control de las instalaciones eléctricas fueron determinantes en el desenlace fatal.





La familia de Iñaki esperó más de ocho años por el proceso, más allá de que otros dos imputados, el arquitecto y director de obra Guillermo Marcial Franco y Enrique Rodrigo Rocha, empleado de mantenimiento eléctrico; recibieron a un año de prisión en suspenso y cinco de inhabilitación en un juicio abreviado.
«Después de 8 años y 10 meses de dolor y lucha Santiago Domingo Collavini y Rubén Bentolila Levy SON CULPABLES DE LA MUERTE DE IÑAKI. Marchen presos! Iñaki descansa en paz!». El mensaje apareció en la página de Facebook «Iñaki bohn rioboo presente» apenas minutos después de conocerse el fallo.
Los hechos
“Necesitábamos que los condenen. Quedó más que comprobado que son los responsables de que Iñaki hoy no esté acá”, dijo Gastón a los periodistas que hacían guardia a la salida de Tribunales, visiblemente emocionado por el fallo.
Por la madre de la víctima, Magda Rioboo, intervino el abogado Carlos Zimerman, mientras que el padre, Gastón Bohn, fue representado por el letrado Fabián Améndola, Marina Ameal y Fernando Burlando.
Magda, por su parte, afirmó que “se demostró que son culpables, que son los asesinos de Iñaki y que no fue un accidente, sino que tiene responsables”. La muerte del nene ocurrió el 22 de febrero de 2017, cuando Iñaki jugaba con amigos en la pileta común del barrio cerrado ubicado en la localidad de Berazategui. Al ir a buscar una pelota, el menor tocó una farola que tenía corriente eléctrica y sufrió una descarga letal. En ese momento, paramédicos y personal de la Unidad de Pronta Atención de Hudson intentaron reanimarlo, aunque sin éxito.
