La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) afirmó que Daiana Abregú “no se suicidó” y que “murió por asfixia mecánica por sofocación”, por lo que “descarta la hipótesis de que la joven se haya ahorcado en la celda de la comisaría de Laprida”, al destacar el informe final de la reautopsia presentada por la Asesoría Pericial de La Plata.
El organismo ya había criticado el ateneo de peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) que esta semana avaló la hipótesis del suicidio en el caso de Daiana y que derivó en la liberación de cinco policías que estaban detenidos por el hecho.
Los peritos médico-forenses de la Corte Bonaerense, María Andrea Noms, Rubén Neme y Claudia Becerra, concluyeron que no se observa surco de ahorcadura ni lesiones traumáticas en el cuello y vía superior: “No se constató alteraciones en laringe, hueso hioides indemne, corroborado por examen radiológico”, determinaron.
La CPM añadió que los expertos destacaron una serie de irregularidades de la primera autopsia: no se examinó la base del cráneo, el corazón y tampoco se realizó incisión para estudiar el cuello.
“El paro cardiaco no es una causa de muerte, solo una descripción de que el corazón está detenido. En relación a la asfixia mecánica, no se interpreta cómo se llegó a esta conclusión cuando el cuello no fue estudiado, ni fueron descriptas características asfícticas en los demás órganos”, precisaron los peritos judiciales.
Además, el organismo aseguró que “el informe de la reautopsia también aporta otros elementos que ponen en crisis la versión policial de que Daiana Abregú se ahorcó con su propia campera en locutorio del sector de calabozos”.
Por una parte, el surco de ahorcadura no se observó en la reautopsia ni en las fotografías de la primera autopsia y advirtieron que, a pesar de ser habitual en este tipo de casos, tampoco quedaron marcas de la trama de la tela de jean de la campera.
En cambio sí señalaron que se “aprecian excoriaciones en la cara anterior del cuello que podrían corresponder a lesiones de defensa de la víctima”.
”Se concluye que la muerte de quien en vida fuera Daiana Soledad Abregú de 26 años de edad, se produce a consecuencia de un edema hemorrágico pulmonar a partir de un Síndrome general asfíctico provocado por una asfixia mecánica pro sofocación”, concluyó la Asesoría.
El ateneo de la PFA se llevó a cabo con el objetivo de dar cuenta de la etiología de muerte, analizando la autopsia, reautopsia, estudios complementarios, análisis comparativo de ADN, pericia toxicológica, pericia anátomo-patológica y pericia de ensayos de tracción.
En total, esos peritos analizaron unas cincuenta pruebas volcadas en el expediente desde que se inició la investigación para concluir que se trató de una muerte por “síndrome asfíctico secundario a una posible ahorcadura”.
“(…) los resultados en ambas autopsias han demostrado que el mecanismo de la muerte ha sido la compresión extrínseca del cuello, a consecuencia de un elemento constrictor que sigue el patrón típico de una ahorcadura”, indicó el informe preliminar de la PFA.
Para estos peritos, “el surco del lazo observado en la occisa es claramente ascendente y discontinuo”, lo que descarta el “estrangulamiento a lazo”, en el que, generalmente, “la presión que se ejerce sobre el cuello es muy intensa, homogénea y, por otra parte, la dirección es horizontal o incluso descendente, dependiendo de la posición del agresor”.
Luego de recibir el informe de la PFA, el fiscal Juan Ignacio Calonje, especializado en Violencia Institucional, solicitó al juez de Garantías Carlos Villamarin la excarcelación de los policías Vanesa Núñez, Juliana Zelaya, Adrián Osvaldo Núñez, Pamela Di Bin y Leandro Fhur, quienes estaban detenidos por “homicidio agravado” desde el 24 de julio último y recuperaron la libertad.
Las dudas sobre las causas de muerte de Daiana comenzaron con los testimonios de sus allegados que aseguraron que ella nunca se hubiera suicidado, que tenía proyectos y que, incluso, el lunes siguiente a su muerte iba a mudarse con su hijo a la ciudad de La Plata y ya tenía comprados los pasajes.
Con el patrocinio del abogado Sergio Roldán y de la Comisión Provincial por la Memoria que interviene en la causa en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, la familia logró que se ordene una reautopsia al cuerpo de Daiana, que puso en duda los resultados de la primera, que refería un suicidio, y que llevó al arresto de los policías, lo cual fue reconfirmado por la Asesoría Pericial.
Daiana fue hallada muerta la tarde el 5 de junio último en una celda de la Estación de Policía Comunal de Laprida, unos 430 kilómetros al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, tras ser aprehendida cerca de las 7 de la mañana porque se encontraba alcoholizada y realizando disturbios en la vía pública.