Johana Gauján, la policía Bonaerense exonerada de la fuerza por reiteradas ausencias y aprehendida al ser considerada por la Justicia platense como la líder de una banda de delincuentes dedicada a las entraderas, pasó a estar formalmente detenida tras haber declarado ante la fiscal de la causa Cecilia Corfield, de la UFI Nº 15
Lo mismo sucedió con su suegro, participante activo de la asociación delictiva y que, junto a la mujer, cayó durante la mañana del jueves en su casa de la localidad de El Pato, en Berazategui.
La exuniformada mencionó que el dinero que tiene lo heredó de su abuelo, que ganó el Loto, y con eso compró varios de sus bienes. Pero además aseguró que también su suegra se hizo con el premio mayor del Bingo, lo que le dio a ella más patrimonio económico.
La fiscal descreyó de esas palabras y se basó también en que la Cámara de Apelaciones ya había rechazado los pedidos de eximición de prisión que el abogado de Gauján había solicitado hace aproximadamente un mes para dictarle la detención formal.
En el mismo sendero se encuentra el padre de la pareja de la joven, identificado como José Luis Gianfelice (56), y quien también se encuentra en prisión. Ambos fueron acorralados ayer en una serie de siete allanamientos ordenados por la UFI 15 y materializados cuatro en El Pato, uno en Abasto, otro en Berazategui y el restante en Florencio Varela.
Los implicados fueron descubiertos al llegar a su domicilio ubicado sobre la ruta 36, entre Abasto y El Pato pero dentro de esta última localidad. Sabiendo que no podían escapar por estar rodeados, el letrado de la mujer accedió a llevarlos a la fiscalía.
Además de los ya detenidos, la banda cuenta con, al menos, otros dos integrantes: Emiliano Gianfelice –pareja de ella e hijo de él- y su primo Facundo Lugano, ambos prófugos.
La organización tenía un modus operandi diferente y novedoso: utilizaba drones para estudiar las viviendas a asaltar. De esta manera, a través de las cámaras de los artefactos voladores, se hacían una idea de la cantidad de integrantes de una determinada familia, de sus movimientos y hasta de los bienes que poseían. Con esos datos, cometían violentas entraderas en casas quintas y establecimientos agrícolas, sobre todo de la zona de Abasto, El Peligro y Villa Elisa.
Irracional
“Preguntada si fue personal policial, dice que si, que la nombraron como subayudante pero ya había pedido la baja. Preguntada por qué pidió la baja, dice que en realidad nunca quiso ser policía, que en realidad la dicente (la detenida) entró en la escuela Vicetich creyendo que iba a hacer un curso para delitos complejos, un hombre del que no recuerda datos le hizo llenar unos formularios, y una serie de entrevistas y le dijo que era para delitos complejos, entro en la escuela, fue de la promoción de los 10.000 policías de Scioli, y cuando salió de la escuela le dieron un arma, hasta que tuvo el primer enfrentamiento armado y ya ahí decidió pedir la baja”; explicó la declarante al ser indagada en sede judicial, revelando que fue una de las tantas que ingresaron a las policías locales sin la más mínima vocación de servicio.