Más de 150 niños pudieron presenciar el inédito concierto sensorial que brindó la Banda de Música del Servicio Penitenciario Bonaerense en la Escuela de Cadetes ubicada en La Plata, en el que se combinó música y literatura, condimentada con distintos sabores, olores y experiencias.
El cuento “El Sombrero de la Abuela”, de aproximadamente una hora de duración, llevó a los alumnos de escuelas especiales a vivir distintas experiencias, en las que los temas musicales entraban y salían, pero el sonido nunca se detenía, ya que los instrumentos por momentos también producían el sonido ambiente, como el mar o la selva.
El evento fue impulsado de manera conjunta entre el ministerio de Justicia y la Dirección Provincial para la Discapacidad, donde los cadetes penitenciarios se convirtieron en payasos y elaboraron pochoclos para los niños y adolescentes agasajados.
Los alumnos tenían un antifaz que debían ponerse en distintos momentos del relato, en los que llegaban las experiencias sensoriales no sonoras, como olores o rocío que los mojaba levemente para llevarlos con la imaginación a la cubierta de un barco.
Como preparación al concierto, los jóvenes estudiantes debieron confeccionar cada uno un sombrero con sus padres. Estos sombreros eran parte fundamental del relato que conducía la historia y que fue pasando por distintos ritmos y autores, desde Queen con Radio Ga Ga a Henry Mancini con El paso del elefantito pasando por Bailando bajo la lluvia.
Raquel Kehoe, Directora de la Banda de Música, comentó que “fue un concierto multisensorial, donde por momentos los chicos se ponían un antifaz que les impedía ver, y a partir de eso tenían otra experiencia. Empezamos con el cuento de El Principito que dice que ojos que no ven corazón que no siente, pero nosotros dijimos que aunque los ojos no vean el corazón siente, entonces a veces no hace falta ver para sentir y tiene que ver también con ponerse en el lugar del otro, tal vez, del que no ve, y disfrutar de la magia, de la música, en este caso de los olores. Nosotros entendemos el arte como un elemento integrador, inclusivo, y la idea es a partir de ahora poder brindar este concierto a chicos de distintas escuelas especiales”.