El ministro de Justicia Bonaerense, Julio Alak, salió a pronunciarse con respecto a la polémica generada por una posible liberación masiva de presos para evitar que el COVID-19 se desborde en las cárceles. El funcionario negó “de manera categórica” que exista “un plan” para eso.
“Niego categóricamente que en la Provincia de Buenos Aires exista un plan para liberar detenidos”, señaló Alak en sus redes sociales. “La Constitución y las leyes solo facultan al Poder Judicial a detener, liberar o conceder prisiones domiciliarias”, aclaró el exintendente de La Plata.
“Los pedidos de prisiones domiciliarias son solicitados mayoritariamente por los defensores públicos que dependen de la Procuración General del Poder Judicial”, recordó, fiel a su estilo de expresiones técnicas desde que llegó a su cargo, evitando polemizar con los direfentes sectores de la justicia.
“Asimismo de este órgano dependen los fiscales que están habilitados para consentir o apelar las resoluciones judiciales”, concluyó Alak. El pedido de los internas por salir en este contexto provocó una crisis en algunas unidades. Uno de estos episodios, en Florencio Varela, terminó con la muerte de un recluso, presumiblemente por el disparo con postas de plomo de un integrante del Servicio Penitenciario. Para la Comisión Provincial de la Memoria, se trató de una asesinato.