La Sala II de Garantías y Apelaciones del Departamento Judicial Quilmes confirmó la denegatoria al cese de la detención del imputado de querer matar a Lorena y sus hijas incendiando una casa en Florencio Varela meses atrás. La decisión fue adoptada por el órgano del alzada con la firma de los camaristas Pablo Barbieri y Luis Gil Juliani ante la presentación de la defensa del imputado que apeló el rechazo a su petitorio en primera instancia del Juzgado de Garantías N° 6.
Lorena es una vecina de Varela que aún hoy sufre las lesiones gravísimas que sufrió hace más de ocho meses cuando su expareja mientras ella dormía prendió fuego la vivienda y por fortuna la mujer y sus hijos pudieron escapar de las llamas con quemaduras de relevancia.
Entre los argumentos del letrado particular se expuso que “el siniestro se dio por un descuido de la mujer”, pero agregó más en su escrito al referir que “hay animosidad de la denunciante hacia el imputado, con el supuesto propósito de despojarlo de la vivienda”; a dicha mirada no hicieron lugar los jueces de alzada y confirmaron el fallo del juez Diego Agüero. Es decir, la defensa del encartado argumentó la línea de intencionalidad de Lorena para quedarse con la casa de su ex.

Asimismo valoraron el informe pericial elaborado por “el cuerpo de Bomberos de Hudson, en el cual se descarta que el origen del siniestro haya sido un cortocircuito o un posible escape de gas. En razón de ello, a contrario de lo sostenido por la defensa se descarta, por el momento, que el incendio haya sido accidental”.
En consecuencia votaron porque el procesado siga detenido en virtud del “riesgo del entorpecimiento de la acción de la Justicia que pondría en riesgo a la víctima”.
Los hechos
Alrededor de las 3.00 del 21 de agosto de 2024, en el barrio San Jorge, su perro comenzó a ladrar y la despertó. No entendía lo que pasaba, hasta que vio su habitación cubierta por las llamas. Desesperada, la mujer de 30 años llevó a sus hijos al baño e intentaron escapar por una ventana. Su hermana la ayudó a salir con sus hijos y fueron rescatados.
Una vez que todos estuvieron afuera, un vecino la llevó hasta la vereda. Lorena tenía el 45% del cuerpo quemado y su hija mayor, que fue atendida en el hospital Garrahan, el 10% con lastimaduras en la cara y mano. Sin embargo, los médicos le explicaron que la nena “estuvo al borde de la muerte porque eran heridas internas”.
La mujer fue dada de alta tras estar un mes y medio internada en grave estado: “Entré en coma tres semanas y tuve tres paros cardiorrespiratorios”. El bebé terminó con la pierna quemada y el de 4 años con heridas en la cabeza, aunque ya están fuera de peligro.
El agresor, de 32 años, fue detenido días después del ataque, mientras Lorena luchaba por su vida. Lograron identificarlo por una cámara de seguridad de una vecina, que lo captó en la puerta de la casa previo al incendio; al día de hoy sigue detenido con prisión preventiva.