Durante la celebración se recordó a Monseñor Jorge Novak, primer obispo de Quilmes, y uno de los cauces fundacionales de la diócesis de Quilmes, “Defensa de los Derechos Humanos“.
En el día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, y en el marco del Año Santo, la Diócesis de Quilmes, junto con la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, Iglesias Reformadas en Argentina y la Iglesia Evangélica Metodista, participó de la Celebración Ecuménica y el Jubileo de los Derechos Humanos en la Iglesia Catedral de Quilmes.
Luisa Ripa Alsina, profesora de filosofía y amiga del obispo Novak, compartió que él repetía “el dolor de mi pueblo me compartió en pastor”, y destacó su capacidad de escucha y la apertura para conocer la vida de las familias, los obreros y las personas que se acercaban al obispado en época de dictadura militar para pedir ayuda.
El pastor Arturo Blatezky recordó uno de los últimos diálogos que tuvo con Novak antes de su muerte, y que le contaba que el programa de la diócesis era “Cristo crucificado en los más pobres”, y repetía que “necesitamos un pueblo unido desde el corazón y el espíritu para que haya paz y esperanza”.
Los obispos de Quilmes Carlos Tissera y Eduardo Redondo, y el obispo emérito de Río Gallegos Juan Carlos Romanín, bendijeron los cuadros de Novak que se llevarán al sitio de memoria “Pozo de Quilmes”. Además se hicieron presentes en el homenaje que le hicieron al Padre Obispo Novak en la Plaza San Martín, donde los movimientos sociales se congregaron para celebrar la jornada de la Memoria por la Verdad y la Justicia junto con las “Madres” y “Abuelas”.
