La estafa a una firma que opera en la Unión Industrial de Quilmes que motivó una causa en la justicia local tiene ribetes significativos como insólitos, parte del monto robado a la pyme fue transferido a medio centenar de cuentas, algunas de ellas con radicación en Asia y además se utilizó para comprar criptomoneda. Vale recordar que como hemos informado la UFI N° 1 del Departamento Judicial Quilmes a cargo del doctor Ariel Rivas interviene en el caso, asimismo se esperan pericias a algunos de los dispositivos que han sido secuestrados en los múltiples allanamientos desarrollados esta semana.
Este tipo de delitos, cada vez más frecuente, se inicia por medio de virus que llegan a las cuentas y al activarse provocan las estafas digitales a las firmas. Este tipo de modalidad viene creciendo vertiginosamente en los últimos tiempos y a consultas de este medio precisaron que “los delincuentes han mutado a este tipo de conductas”.
Tal hemos informado avanzada la investigación desde la fiscalía a cargo del doctor Rivas se ha logrado recuperar la suma de 52 millones de pesos; sin embargo la compleja operatoria de la organización ilícita detectó que el resto del dinero fueron transferidos a más de 50 cuentas de billeteras virtuales nacionales y del exterior, algunas con radicación en países de Asia y otro monto utilizado para adquirir criptomoneda.


Esta maniobra delictual tiene su génesis en un mail que recibió la empresa pyme que opera en el Parque Industrial de Quilmes sito en Camino General Belgrano, la cual permitió el ingreso de un malware –virus- que permaneció en la computadora hasta que los delincuentes informáticos visualizaron el saldo bancario y activaron el mismo; seguidamente la organización ya contando con las cuentas de destino, realizaron múltiples transferencias para dificultar el rastreo del dinero.
De este tipo de delitos son víctimas las pymes que por lo general carecen de medidas de seguridad, antivirus, actualizaciones de software y supervisión por personas idóneas, lo que las hace vulnerables a este tipo de ataques de ciberdelincuentes causando un perjuicio económico considerable en el erario de las firmas. Lo llamativo de los casos es que en muchas ocasiones no hay detenidos pero si se logra la recuperación de activos sustraídos a las víctimas de los hechos.