Familiares de Víctor Balza, un joven que murió en un calabozo de la Comisaría Segunda de Bernal en 2003, repudiaron que el expolicía Norberto Darío González, condenado por haberlo baleado y fallecido horas después obtenga la prisión domiciliaria. La semana próxima marcharán a los Tribunales de Quilmes.
Nora Torres, mamá de Elías, anunció que movilizará la semana entrante a Tribunales, reclamando que no se le otorgue el beneficio al asesino de su hijo.
Víctor, de 18 años, falleció el 9 de noviembre del 2003 en un calabozo de la comisaría Nº 2 de Bernal, producto de una herida de arma de fuego provocada por un policía que lo corrió pensando que era un ladrón, y le disparó cuando el chico huía asustado.

Víctor fue trasladado a la sala de Don Bosco donde fue revisado por un médico, que nunca informó que tenía un disparo de arma de fuego y golpes. Catorce horas más tarde el joven murió.
En el 2008 se realizó el primer juicio por el caso, pero fue anulado por la Sala I de Apelaciones de Quilmes. En el 2010 se realizó el segundo juicio en el que se condenó a 11 años de prisión al policía bonaerense, pero en octubre de 2012 la Cámara de Casación de La Plata declaró nulo el juicio, de manera tal que el policía continuó en libertad.
En 2015, el TOC 5 de manera unánime condenó al expolicía, Norberto González, a 12 años de prisión por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” y ordenó que no vaya a la cárcel hasta que el fallo quede firme en segunda instancia, lo que se concretó en 2021.
Finalmente fue encarcelado, y este martes su defensa técnica solicitó el beneficio de prisión domiciliaria que fue concedido por el TOC 5 bajo monitoreo electrónico, aduciendo que debe hacerse cargo de su hija y cuidar a su esposa que “padece aflojamiento protésico de cadera izquierda, y artritis reumatoidea como enfermedad de base, necrosis ósea de cadera izquierda, siendo que cuenta con probable fecha de cirugía por aflojamiento protésico para el mes de abril del corriente año en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, y debe contar con la presencia de otro adulto que permanezca al cuidado de su hija, ya que no posee familiares que puedan quedar a cargo de su hija, no sólo ante la cirugía en sí misma, sino también durante el postoperatorio lo que le implica inmovilidad absoluta por un tiempo, lo que puede demandar aproximadamente un año de duración”, precisa el trámite judicial que presentó ante la Justicia quilmeña.