El Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) secuestró ayer los celulares de Blas Cinalli y Enzo Comelli, dos de los acusados más complicados en la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa, y que eran utilizados por los rugbiers en el penal de Dolores.
Según se pudo corroborar, los jóvenes utilizaban sus celulares para responder mensajes en las redes sociales creadas por ellos mismos y que “apoyaban” a los rugbiers.
Hace algunas semanas se había dado a conocer la cuenta @rugbiers.zarate que, tanto en Instagram como en Twitter, respondían preguntas de otros usuarios acerca de la situación actual de los acusados. A su vez, muchos otros usuarios utilizaban el lugar para expresar enojo y molestia por la creación de una cuenta que apoyaba a los rugbiers implicados en el crimen del joven de 18 años
“Basta de condena social. Basta de mentiras. Basta de violencia. Basta de odio”, se lee en la descripción de ambas cuentas. El secuestro de los dos celulares se realizó este miércoles, el mismo día que se iniciaron los alegatos por parte de la Fiscalía y la querella que exigirán que los ocho acusados sean condenados a la pena de prisión perpetua. Los alegatos por parte de la defensa a cargo de Hugo Tomei serán mañana jueves y el abogado buscará modificar la imputación de los rugbiers y hasta existe la posibilidad que pida la absolución de alguno de ellos.