Los cementerios municipales del conurbano continúan cerrados pese al reclamo y los reiterados pedidos de familiares que no pueden visitar a sus familiares fallecidos. Uno de los casos es el de Daniela Dell Agostino, quien perdió a su hija Pía hace dos meses. Lamentablemente aún no pudo visitarla en el cementerio, algo que le parece «ridículo» teniendo en cuenta que sí se habilitaron otras actividades. «Lo que les importa es la plata, porque si vas a el cementerio no tenes que pagar una entrada o un alquiler para estar 3 o 4 hs. En cambio en una cancha si», se quejó la mujer. «Yo sé que mi bebé ya no está ahí, pero nunca la dejé sola y ahora siento como que la dejé abandonada. Ya no aguanto más este dolor», sostiene acongojada.
En el Cementerio Parque Municipal (Av. Milazzo N° 368) ya habían advertido que las puertas permanecerían cerradas para visitas, incluso en fechas de tanta concurrencia como el Día del Padre. Luis Mercado, director General del Cementerio, había expresado que «estamos trabajando con restricciones, recibimos solo servicios. Por lo tanto, hasta que no se regularice esta situación, no se va a poder ingresar”. El funcionario había detallado que “Priorizamos la salud de los ciudadanos».
Desde el área de prensa de la Municipalidad, desde donde explicaron que «Por el momento continuará cerrado, porque no hubo nuevas aperturas anunciadas por provincia», aunque indicaron que «el municipio está trabajando en protocolos para cuando se habilite».
La situación se repite en prácticamente todos los cementerios del AMBA, donde rige la prohibición de visitas. Sin embargo, hubo excepciones, como el caso de Berisso, donde semanas atrás se abrió el Cementerio municipal con un horario limitado (13 a 17 hs.) y dejando ingresar a grupos de hasta cuatro personas, usando tapabocas y respetando el distanciamiento social e higiene correspondientes. Para algunos, es un ejemplo que se podría imitar en otros distritos.
Lo cierto es que la suspensión de las visitas generó un impacto emocional en muchísimas personas. Algunos psiquiatras, incluso, recomiendan que, respetando las medidas sanitarias adecuadas, se debería poder visitar a los familiares, incluso con un sistema de turnos, para que se pueda tener un momento con aquellos seres queridos que ya no están presentes físicamente.
Serena es otra madre que a principio de año perdió a su hijo. «Es triste no poder venir a visitarlo, porque era un momento de paz para estar con él aunque sea unas horas. Entiendo lo que está pasando, pero también da mucha bronca ver que hay gente que se junta a jugar a la pelota o se reúne en las plazas de Berazategui sin que nadie haga algo, y yo que voy sola a un espacio abierto como el cementerio, ya no pueda hacerlo».