Valeria Gutiérrez Acuña, quien nació en cautiverio cuando su madre estaba secuestrada en el centro clandestino conocido como Pozo de Banfield, afirmó en el juicio que investiga crímenes contra casi 500 personas que se siente “víctima” y le duele “no haber conocido” a sus padres.
La mujer es hija de Isabel Acuña y Oscar Gutiérrez, secuestrados el 26 de agosto de 1976, cuando Isabel estaba embarazada de 5 meses, y ambos continúan desaparecidos.
“Tengo muchas cartasque ellos escribían, así que es como si ellos me contaran en primera persona lo que fueron, lo que hicieron, lo que deseaban”.
“Tengo muchas cartas que ellos escribían, así que es como si ellos me contaran en primera persona lo que fueron, lo que hicieron, lo que deseaban y por ellas se que tenían muchas ilusiones y proyectos. Eran personas sensibles, que se preocupaban por el otro pero fueron silenciados, desaparecidos y no pudieron defenderse”, contó Valeria, quien declaró ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.
El tribunal juzga desde el 27 de octubre último a 17 represores, entre ellos a Miguel Etchecolatz, por los delitos cometidos en los centros clandestinos de detención conocidos como Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, y El Infierno, en Lanús.
Valeria relató que recién en el 2014 recuperó su verdadera identidad. Hasta ese momento había creído ser hija de Rita Marggian y Rubén Fernández, pero a fines de 2013 una prima le reveló que ellos no eran sus padres.
De inmediato interrogó a su madre de crianza y ésta le reconoció que se la habían entregado, que les habían dicho que había sido abandonada en una ruta y que eso parecía ser cierto ya que “me recibió en malas condiciones, envuelta en un trapo sucio”.
“Primero hice terapia, que me hizo muy bien y luego me dirigí a Abuelas, por la fecha en que había sido entregada a mis padres de crianza, el 30 de diciembre de 1976”, precisó y remarcó que “tenía mucha necesidad de encontrar algo y encontré una familia que me contiene día a día en esto que es tan doloroso, de saber la verdad, y llevar este sufrimiento”. Valeria supo por sus tíos que su madre estudiaba segundo año de Agronomía y su padre era sociólogo y estudiaba Economía.
“Pude conocer la casa en San Justo donde vivieron, habían buscado un barrio lindo para criarme, con una escuela cerca”, lamentó y agregó que “tenían proyectos, apostaban a un proyecto de vida, de familia y a tener una sociedad más justa”. “Tuve una infancia feliz, pero me duele no haber conocidos a mis abuelos con vida.” La mujer sostuvo: “Tuve una infancia feliz, pero me duele no haber conocidos a mis abuelos con vida, ellos estaban dispuestos a cuidarme”.
“Lamento no haber conocido a mis padres”, remarcó y afirmó: “Yo me siento víctima, yo no elegí estar en este lugar y me cuesta estar en este lugar y hablar de esta historia de mucho dolor”. Valeria expresó que “duele cuando se oye gente que niega esta historia, tan dolorosísima para las familias que tenemos desparecidos y tenemos que lidiar con la restitución”. “Ojalá se pueda hacer como en Alemania una ley para los negacionistas”.
Durante esta audiencia también declaró Ricardo López Martin, hermano de Ángela López Martin, secuestrada en septiembre de 1976 y detenida en el Pozo de Quilmes; y Melania Servin Benitez, hermana de Santiago Servin Benitez, secuestrado en septiembre de 1976 y detenido en el Pozo de Quilmes, a quien habrían trasladado a Paraguay en el marco del Plan Cóndor.
“Mi hermano era periodista, dirigía La Voz de Solano y ahí se escribían muchas cosas contra la dictadura”, expresó la mujer ante el Tribunal.
Melania recordó que el nombre de su hermano figura en una lista de más de 50 personas de nacionalidad paraguaya que la dictadura argentina entregó al dictador paraguayo Alfredo Stroessner.
El TOF 1, integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico, juzga por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes al ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; al exdirector de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el exmédico policial Jorge Antonio Berges y a los imputados Federico Minicucci; Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale.
También empezó a juzgar a Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti.
Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro conocido como “El Infierno” también están imputados Etchecolatz, Berges y Smart y el ex policía Miguel Angel Ferreyro. Por los crímenes en el Pozo de Banfield y Quilmes, dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la provincia de Buenos Aires, se juzgarán los delitos sufridos por 429 víctimas y se prevé que declaren unos 400 testigos.
Por los delitos cometidos contra 62 víctimas en el centro conocido como “El Infierno”, que funcionó en la Brigada Lanús, será juzgado también Etchecolatz, el civil Jaime Smart, el ex represor Juan Miguel Wolk (también juzgado por ambos Pozos) y el ex policía Miguel Angel Ferreyro.