El obispo de Quilmes, Carlos Tissera, presidió ayer el Tedeum del 25 de Mayo en la Catedral de Mitre y Rivadavia en Quilmes, con una mensaje donde realzó el valor de la figura del Papa argentino, recientemente fallecido.
Con un mensaje centrado en la fe, la memoria y el llamado a la unidad, el Tedeum en Quilmes dejó un mensaje signado por la esperanza y la justicia social como horizonte del camino de los pueblos.
Uno de los momentos más significativos del oficio fue el recuerdo del Papa Francisco, a quien el obispo definió como un prócer argentino que, al igual que otros grandes de la historia, fue “criticado y maltratado desde las grandes columnas periodísticas”, por aquellos “que se sintieron afectados en sus mezquinos intereses ante la prédica evangélica”.



“Venimos a alabar y dar gracias a Dios en el 215° aniversario del primer gobierno, y lo hacemos con lo que tradicionalmente llamamos el Te Deum”, comenzó diciendo Tissera. En su repaso por los orígenes de la Patria, recordó que Quilmes fue testigo de los primeros enfrentamientos contra las invasiones inglesas, y subrayó el protagonismo de los criollos que resistieron sin apoyo de la metrópoli: “Así fue creciendo el fervor patriótico que desembocó en un grito revolucionario el 25 de mayo de 1810”.
Lo acompañaron sacerdotes y diáconos de la Diócesis de Quilmes.